
El acceso al sistema de visados de Alemania sigue estando fuertemente sesgado en contra de los solicitantes del Sur Global, según un estudio revisado por pares publicado el 24 de noviembre por el Centro Alemán para la Integración y la Investigación Migratoria (DeZIM), la Universidad de Flensburg y el Instituto Universitario Europeo. Los investigadores analizaron datos anonimizados de reservas de 115 embajadas y consulados alemanes y encontraron una fuerte correlación entre el PIB del país de origen del solicitante y la probabilidad de obtener una cita en un plazo de 30 días.
Los tiempos de espera promedio en Burkina Faso (75,7 días) y Madagascar (71,3 días) fueron los peores de la muestra, mientras que los solicitantes en Singapur y Uzbekistán generalmente conseguían una cita en menos de tres días. El informe califica el opaco sistema de colas de Alemania como una desventaja competitiva, advirtiendo que los trabajadores altamente cualificados podrían renunciar a la idea de mudarse si no pueden prever los tiempos de procesamiento.
A diferencia de Estados Unidos, que publica paneles de espera diarios, Alemania no ofrece datos en tiempo real. Los autores instan al Ministerio Federal de Asuntos Exteriores a crear un rastreador público en su Portal de Servicios Consulares y a redistribuir personal a las misiones con mayores retrasos. También recomiendan herramientas automatizadas de sobreventa —similares a las usadas por las aerolíneas— para mantener los calendarios de citas completos cuando los solicitantes cancelan con poca antelación.
Para los empleadores, los hallazgos van más allá de lo académico. Empresas de ingeniería, tecnología de la información y salud ya reportan plazos de seis a ocho meses desde la firma del contrato hasta la llegada al lugar de trabajo. Los persistentes cuellos de botella en las citas podrían socavar reformas legislativas recientes como la Ley de Inmigración para Trabajadores Cualificados y la ampliación de la Tarjeta Azul de la UE.
El informe ha llevado al bloque opositor CDU/CSU a presentar una pregunta parlamentaria sobre si el sistema de triaje basado en IA —actualmente en fase piloto en Manila y Bengaluru— puede implementarse más rápido en los consulados de África subsahariana.
Los tiempos de espera promedio en Burkina Faso (75,7 días) y Madagascar (71,3 días) fueron los peores de la muestra, mientras que los solicitantes en Singapur y Uzbekistán generalmente conseguían una cita en menos de tres días. El informe califica el opaco sistema de colas de Alemania como una desventaja competitiva, advirtiendo que los trabajadores altamente cualificados podrían renunciar a la idea de mudarse si no pueden prever los tiempos de procesamiento.
A diferencia de Estados Unidos, que publica paneles de espera diarios, Alemania no ofrece datos en tiempo real. Los autores instan al Ministerio Federal de Asuntos Exteriores a crear un rastreador público en su Portal de Servicios Consulares y a redistribuir personal a las misiones con mayores retrasos. También recomiendan herramientas automatizadas de sobreventa —similares a las usadas por las aerolíneas— para mantener los calendarios de citas completos cuando los solicitantes cancelan con poca antelación.
Para los empleadores, los hallazgos van más allá de lo académico. Empresas de ingeniería, tecnología de la información y salud ya reportan plazos de seis a ocho meses desde la firma del contrato hasta la llegada al lugar de trabajo. Los persistentes cuellos de botella en las citas podrían socavar reformas legislativas recientes como la Ley de Inmigración para Trabajadores Cualificados y la ampliación de la Tarjeta Azul de la UE.
El informe ha llevado al bloque opositor CDU/CSU a presentar una pregunta parlamentaria sobre si el sistema de triaje basado en IA —actualmente en fase piloto en Manila y Bengaluru— puede implementarse más rápido en los consulados de África subsahariana.










