
Datos recientes publicados el 24 de noviembre por el Ministerio del Interior revelan que Alemania deportó a 19.538 personas en los primeros diez meses de 2025, lo que representa un aumento del 18 % respecto al año anterior y un 45 % más que en 2023. El ministro del Interior, Alexander Dobrindt, declaró a Bild am Sonntag que el gobierno "intensificará de manera constante las expulsiones, incluyendo a Siria y Afganistán", señalando un endurecimiento de la política antes de las elecciones regionales.
Este aumento se produce tras la reintroducción de controles fronterizos sistemáticos con Polonia, la República Checa y Suiza, así como la ampliación de redadas conjuntas en centros de alojamiento. Las autoridades atribuyen la eliminación del procedimiento de remonstración de visados en julio y la creación de un nuevo expediente acelerado de asilo en los tribunales administrativos a la reducción de los retrasos procesales.
Los empleadores deben tener en cuenta el impacto indirecto en la movilidad del talento. Las auditorías de cumplimiento ahora examinan rutinariamente los registros de nómina y la validez de los permisos de residencia; las empresas que alojan a empleados desplazados que pierden su estatus enfrentan multas más altas y prohibiciones en licitaciones públicas. Al mismo tiempo, las solicitudes legítimas de transferencias dentro de la empresa se están procesando con mayor rapidez, ya que el personal consular que antes estaba ocupado con apelaciones ha vuelto a la adjudicación directa.
Las asociaciones empresariales temen que la imagen política de un aumento en las deportaciones pueda desalentar a los trabajadores cualificados tan necesarios. La Federación de Industrias Alemanas (BDI) ha pedido “una clara separación entre el control de la migración irregular y el canal de inmigración laboral” para evitar daños reputacionales en el extranjero.
Este aumento se produce tras la reintroducción de controles fronterizos sistemáticos con Polonia, la República Checa y Suiza, así como la ampliación de redadas conjuntas en centros de alojamiento. Las autoridades atribuyen la eliminación del procedimiento de remonstración de visados en julio y la creación de un nuevo expediente acelerado de asilo en los tribunales administrativos a la reducción de los retrasos procesales.
Los empleadores deben tener en cuenta el impacto indirecto en la movilidad del talento. Las auditorías de cumplimiento ahora examinan rutinariamente los registros de nómina y la validez de los permisos de residencia; las empresas que alojan a empleados desplazados que pierden su estatus enfrentan multas más altas y prohibiciones en licitaciones públicas. Al mismo tiempo, las solicitudes legítimas de transferencias dentro de la empresa se están procesando con mayor rapidez, ya que el personal consular que antes estaba ocupado con apelaciones ha vuelto a la adjudicación directa.
Las asociaciones empresariales temen que la imagen política de un aumento en las deportaciones pueda desalentar a los trabajadores cualificados tan necesarios. La Federación de Industrias Alemanas (BDI) ha pedido “una clara separación entre el control de la migración irregular y el canal de inmigración laboral” para evitar daños reputacionales en el extranjero.










