
En el programa político nocturno “4 di Sera” del 24 de noviembre de 2025, Stefano Benigni, vicesecretario adjunto de Forza Italia, ofreció una visión dual sobre el modelo migratorio de Italia. Benigni reafirmó el apoyo de su partido al nuevo Decreto Flussi plurianual, que permitirá la entrada de casi medio millón de trabajadores extracomunitarios entre 2026 y 2028, argumentando que “Italia necesita mano de obra joven extranjera dispuesta a integrarse y respetar nuestras normas”.
Al mismo tiempo, el diputado citó estadísticas del sistema penitenciario que muestran una sobrerrepresentación persistente de nacionales no comunitarios en las cárceles italianas y abogó por una “tolerancia cero” hacia los extranjeros que cometen delitos. Benigni vinculó esta cuestión a la percepción pública de inseguridad y al compromiso de la primera ministra Giorgia Meloni de endurecer las expulsiones de reincidentes.
Los analistas políticos señalan que estas declaraciones llegan justo cuando el Parlamento comienza a debatir los decretos habilitantes que implementarán las cuotas para 2026-2028, incluyendo procedimientos de repatriación más ágiles y cursos obligatorios de idioma para los trabajadores entrantes. Asociaciones empresariales como Confagricoltura y Assolavoro han recibido con agrado la apertura del mercado laboral, pero advierten que las narrativas que asocian migración con delincuencia podrían disuadir a los tan necesarios trabajadores temporales en agricultura, hostelería y cuidado de personas mayores.
Para los gestores de movilidad global, la conclusión clave es que existe un amplio consenso político que respalda grandes flujos legales, aunque se espera un endurecimiento en los controles de antecedentes y el seguimiento posterior a la llegada. Las empresas que patrocinen permisos de trabajo deben estar preparadas para preguntas adicionales de diligencia debida sobre alojamiento, formación y apoyo a la integración.
Al mismo tiempo, el diputado citó estadísticas del sistema penitenciario que muestran una sobrerrepresentación persistente de nacionales no comunitarios en las cárceles italianas y abogó por una “tolerancia cero” hacia los extranjeros que cometen delitos. Benigni vinculó esta cuestión a la percepción pública de inseguridad y al compromiso de la primera ministra Giorgia Meloni de endurecer las expulsiones de reincidentes.
Los analistas políticos señalan que estas declaraciones llegan justo cuando el Parlamento comienza a debatir los decretos habilitantes que implementarán las cuotas para 2026-2028, incluyendo procedimientos de repatriación más ágiles y cursos obligatorios de idioma para los trabajadores entrantes. Asociaciones empresariales como Confagricoltura y Assolavoro han recibido con agrado la apertura del mercado laboral, pero advierten que las narrativas que asocian migración con delincuencia podrían disuadir a los tan necesarios trabajadores temporales en agricultura, hostelería y cuidado de personas mayores.
Para los gestores de movilidad global, la conclusión clave es que existe un amplio consenso político que respalda grandes flujos legales, aunque se espera un endurecimiento en los controles de antecedentes y el seguimiento posterior a la llegada. Las empresas que patrocinen permisos de trabajo deben estar preparadas para preguntas adicionales de diligencia debida sobre alojamiento, formación y apoyo a la integración.






