
En su intervención en el sexto Foro de Pequeñas y Medianas Empresas Rusia-China en Xi’an el 24 de noviembre, el vicepresidente del Consejo de la Federación de Rusia, Nikolay Zhuravlyov, pronosticó que los flujos turísticos bilaterales aumentarán un 30 % el próximo año, alcanzando los 3,5 millones de viajes, gracias en gran parte a la entrada sin visado unilateral de China para ciudadanos rusos y al plan de Moscú de introducir un acceso recíproco sin visado para ciudadanos chinos.
Beijing inició el 15 de septiembre un piloto de exención de visado por un año para titulares de pasaportes rusos ordinarios, permitiendo estancias de hasta 30 días para turismo o negocios. Funcionarios rusos afirman que el número de visitantes chinos ya ha vuelto a niveles previos a la pandemia, con Harbin, Shanghái y Pekín registrando el crecimiento más rápido. Por su parte, Rusia espera finalizar su propio esquema de exención de visados para el segundo trimestre de 2026, aunque Zhuravlyov insinuó que podría lanzarse antes una medida intermedia, como visados electrónicos o exenciones grupales.
Los operadores turísticos presentes en el foro de Xi’an reportaron un aumento en las solicitudes de vuelos chárter para el Festival de Hielo de Harbin 2026 y nuevos paquetes de tours ferroviarios a lo largo del corredor económico China-Mongolia-Rusia. Aerolíneas como China Southern y Aeroflot están evaluando aumentar frecuencias en las rutas Pekín-Moscú y Shanghái-San Petersburgo para el calendario de verano de 2026.
Para los gestores de movilidad corporativa, estas cifras son clave: un mayor tráfico de ocio sostiene la rentabilidad de las rutas y la oferta de asientos en sectores empresariales clave, lo que podría reducir las tarifas para los empleados desplazados. El marco sin visado también simplifica las visitas técnicas de corta duración, aunque las asignaciones laborales a largo plazo seguirán requiriendo visados estándar de tipo Z o permisos de trabajo rusos.
No obstante, las empresas deben mantener actualizados los protocolos de cumplimiento; ninguno de los dos países ha eliminado las declaraciones aduaneras ni las normas de control de divisas, y los puestos fronterizos rusos aún exigen completar tarjetas migratorias a la llegada. Si ambas partes avanzan hacia una exención mutua total de visados, se espera una mayor liberalización en las regulaciones de tours grupales y en los sistemas de pago y liquidación.
Beijing inició el 15 de septiembre un piloto de exención de visado por un año para titulares de pasaportes rusos ordinarios, permitiendo estancias de hasta 30 días para turismo o negocios. Funcionarios rusos afirman que el número de visitantes chinos ya ha vuelto a niveles previos a la pandemia, con Harbin, Shanghái y Pekín registrando el crecimiento más rápido. Por su parte, Rusia espera finalizar su propio esquema de exención de visados para el segundo trimestre de 2026, aunque Zhuravlyov insinuó que podría lanzarse antes una medida intermedia, como visados electrónicos o exenciones grupales.
Los operadores turísticos presentes en el foro de Xi’an reportaron un aumento en las solicitudes de vuelos chárter para el Festival de Hielo de Harbin 2026 y nuevos paquetes de tours ferroviarios a lo largo del corredor económico China-Mongolia-Rusia. Aerolíneas como China Southern y Aeroflot están evaluando aumentar frecuencias en las rutas Pekín-Moscú y Shanghái-San Petersburgo para el calendario de verano de 2026.
Para los gestores de movilidad corporativa, estas cifras son clave: un mayor tráfico de ocio sostiene la rentabilidad de las rutas y la oferta de asientos en sectores empresariales clave, lo que podría reducir las tarifas para los empleados desplazados. El marco sin visado también simplifica las visitas técnicas de corta duración, aunque las asignaciones laborales a largo plazo seguirán requiriendo visados estándar de tipo Z o permisos de trabajo rusos.
No obstante, las empresas deben mantener actualizados los protocolos de cumplimiento; ninguno de los dos países ha eliminado las declaraciones aduaneras ni las normas de control de divisas, y los puestos fronterizos rusos aún exigen completar tarjetas migratorias a la llegada. Si ambas partes avanzan hacia una exención mutua total de visados, se espera una mayor liberalización en las regulaciones de tours grupales y en los sistemas de pago y liquidación.









