
El Aeropuerto de Zúrich anunció el 23 de noviembre que los 52 quioscos de autoservicio Secunet y las puertas electrónicas para el Sistema de Entrada/Salida de la UE (EES) ya están operativos, convirtiéndose en el último centro suizo —tras Ginebra y Basilea— en adoptar completamente el control fronterizo biométrico. El sistema se activó discretamente el 21 de noviembre tras un periodo de prueba de dos semanas.
Con el EES, los ciudadanos de terceros países deben registrar cuatro huellas dactilares y una imagen facial en vivo la primera vez que cruzan una frontera externa del espacio Schengen. En viajes posteriores, solo se requiere escanear el pasaporte y hacer una comparación facial, mientras que la base de datos calcula automáticamente los días restantes dentro del límite de 90/180 días. Durante las primeras 48 horas de operación completa, el registro inicial tomó entre siete y diez minutos, pero las colas en horas punta llegaron a 40 minutos, lo que llevó a las aerolíneas a recomendar un margen de conexión de 90 minutos para pasajeros no pertenecientes a la UE.
Para las empresas multinacionales que rotan personal en Suiza, esta mejora promete entradas más rápidas tras la primera vez, una vez que la demanda inicial disminuya. Los responsables de movilidad deben informar a los asignados y viajeros frecuentes que podrían enfrentar esperas más largas en su primer ingreso después del 21 de noviembre, y que las huellas dactilares serán obligatorias en las fronteras terrestres para 2027 según las nuevas normas FNIA.
El Aeropuerto de Zúrich ha capacitado a 180 agentes fronterizos en los nuevos procedimientos y ha desplegado “embajadores EES” itinerantes para ayudar a los pasajeros que tengan dudas. Una campaña informativa en inglés, alemán, italiano y francés se transmite en las pantallas dentro de la terminal, mientras que Swiss International Air Lines ha actualizado sus correos previos a la salida para advertir a los pasajeros estadounidenses sobre el requisito biométrico.
Se espera que los tiempos de procesamiento se normalicen en tres semanas. Una vez estabilizado, las autoridades prevén una reducción del 30 % en las verificaciones manuales de sellado de pasaportes, lo que permitirá a los oficiales centrarse en inspecciones secundarias y en el procesamiento de solicitudes de asilo.
Con el EES, los ciudadanos de terceros países deben registrar cuatro huellas dactilares y una imagen facial en vivo la primera vez que cruzan una frontera externa del espacio Schengen. En viajes posteriores, solo se requiere escanear el pasaporte y hacer una comparación facial, mientras que la base de datos calcula automáticamente los días restantes dentro del límite de 90/180 días. Durante las primeras 48 horas de operación completa, el registro inicial tomó entre siete y diez minutos, pero las colas en horas punta llegaron a 40 minutos, lo que llevó a las aerolíneas a recomendar un margen de conexión de 90 minutos para pasajeros no pertenecientes a la UE.
Para las empresas multinacionales que rotan personal en Suiza, esta mejora promete entradas más rápidas tras la primera vez, una vez que la demanda inicial disminuya. Los responsables de movilidad deben informar a los asignados y viajeros frecuentes que podrían enfrentar esperas más largas en su primer ingreso después del 21 de noviembre, y que las huellas dactilares serán obligatorias en las fronteras terrestres para 2027 según las nuevas normas FNIA.
El Aeropuerto de Zúrich ha capacitado a 180 agentes fronterizos en los nuevos procedimientos y ha desplegado “embajadores EES” itinerantes para ayudar a los pasajeros que tengan dudas. Una campaña informativa en inglés, alemán, italiano y francés se transmite en las pantallas dentro de la terminal, mientras que Swiss International Air Lines ha actualizado sus correos previos a la salida para advertir a los pasajeros estadounidenses sobre el requisito biométrico.
Se espera que los tiempos de procesamiento se normalicen en tres semanas. Una vez estabilizado, las autoridades prevén una reducción del 30 % en las verificaciones manuales de sellado de pasaportes, lo que permitirá a los oficiales centrarse en inspecciones secundarias y en el procesamiento de solicitudes de asilo.







