
Datos publicados por AirHelp el 24 de noviembre muestran que Brussels Airlines se sumó a la creciente lista de aerolíneas europeas que luchan por gestionar retrasos y cancelaciones en cadena antes de la temporada alta de vacaciones. En toda Europa, se cancelaron 61 vuelos y más de 1,000 sufrieron demoras en las últimas 24 horas, con efectos en cadena en Zaventem (BRU) y en aeropuertos de conexión clave como Frankfurt, Copenhague y Helsinki.
Aunque no está directamente relacionado con la huelga interna en Bélgica, esta situación refleja la fragilidad de las operaciones aéreas ante la escasez de personal, el clima invernal y las restricciones esporádicas del control aéreo. Para los equipos de movilidad, la preocupación es el riesgo compuesto: empleados que ya enfrentan huelgas en el transporte local ahora pueden verse afectados por cambios de vuelo de último minuto que dificultan las estrategias de reprogramación.
Brussels Airlines ha activado su protocolo de ‘atención ante interrupciones’, ofreciendo vales de comida y habitaciones de hotel a pasajeros con retrasos superiores a seis horas, aunque la capacidad de alojamiento cerca de BRU está limitada debido a la acción industrial simultánea. Se recomienda a los viajeros monitorear las aplicaciones en tiempo real, conservar las tarjetas de embarque para reclamaciones bajo el reglamento EU261 y considerar rutas alternativas vía París o Ámsterdam cuando sea posible.
El aumento de operaciones irregulares subraya la importancia de políticas de viaje flexibles que permitan reservas en clases superiores o itinerarios multicity cuando la fiabilidad del servicio cae por debajo de los niveles acordados.
Aunque no está directamente relacionado con la huelga interna en Bélgica, esta situación refleja la fragilidad de las operaciones aéreas ante la escasez de personal, el clima invernal y las restricciones esporádicas del control aéreo. Para los equipos de movilidad, la preocupación es el riesgo compuesto: empleados que ya enfrentan huelgas en el transporte local ahora pueden verse afectados por cambios de vuelo de último minuto que dificultan las estrategias de reprogramación.
Brussels Airlines ha activado su protocolo de ‘atención ante interrupciones’, ofreciendo vales de comida y habitaciones de hotel a pasajeros con retrasos superiores a seis horas, aunque la capacidad de alojamiento cerca de BRU está limitada debido a la acción industrial simultánea. Se recomienda a los viajeros monitorear las aplicaciones en tiempo real, conservar las tarjetas de embarque para reclamaciones bajo el reglamento EU261 y considerar rutas alternativas vía París o Ámsterdam cuando sea posible.
El aumento de operaciones irregulares subraya la importancia de políticas de viaje flexibles que permitan reservas en clases superiores o itinerarios multicity cuando la fiabilidad del servicio cae por debajo de los niveles acordados.





