
Nuevas estadísticas publicadas por el Ministerio del Interior el 24 de noviembre de 2025 revelan que solo 1.293 personas solicitaron asilo en Austria durante octubre, la cifra mensual más baja en más de cinco años y una caída pronunciada del 49 % respecto a octubre de 2024. De enero a octubre de 2025, el total de solicitudes alcanzó las 14.325, aproximadamente un tercio menos que en el mismo período del año anterior.
Las autoridades atribuyen esta disminución a una combinación de medidas: controles fronterizos prolongados con Hungría, Eslovenia, Eslovaquia y República Checa; un régimen más estricto de reunificación familiar que redujo la cuota de 384 entradas en octubre de 2024 a solo nueve el mes pasado; y operaciones policiales conjuntas como la ‘Operación Zorro’, que atacan las redes de tráfico más allá de las fronteras austríacas. El ministerio también destacó el aumento de las deportaciones —11.738 hasta ahora este año, la mitad de ellas voluntarias— como prueba de que la política está dando resultados.
Los datos muestran un perfil cambiante de los solicitantes. Los sirios siguen siendo el grupo nacional más numeroso, pero 220 de los casos de octubre correspondieron a niños nacidos en Austria de padres con estatus de protección. Los solicitantes de Georgia, India y Marruecos continúan enfrentando tasas de reconocimiento muy bajas y son canalizados a procesos acelerados que pueden emitir rechazos en primera instancia en menos de 72 horas.
Para los empleadores, la noticia principal es la mejora en la velocidad de tramitación. Con menos casos entrantes, la Oficina Federal de Inmigración y Asilo (BFA) ha eliminado un retraso de 26.000 expedientes y ahora puede decidir conversiones sencillas de permisos de trabajo (de asilo a Tarjeta Roja-Blanca-Roja Plus) en menos de dos meses. Por ello, los departamentos de recursos humanos deberían revisar las solicitudes pendientes de cambio de estatus para personal cualificado que originalmente ingresó como solicitante de asilo.
Los partidos de oposición discrepan sobre el significado de estas cifras. El FPÖ afirma que el gobierno aún permite la migración familiar “por la puerta trasera”, mientras que el SPÖ advierte que relajar los controles fronterizos podría revertir la tendencia de la noche a la mañana. Más allá de las disputas políticas, los números fortalecen la posición de Viena en las próximas negociaciones de la UE sobre la reforma del Sistema Europeo Común de Asilo, donde Austria impulsa la creación de centros de procesamiento externos y procedimientos de retorno más rápidos.
Las autoridades atribuyen esta disminución a una combinación de medidas: controles fronterizos prolongados con Hungría, Eslovenia, Eslovaquia y República Checa; un régimen más estricto de reunificación familiar que redujo la cuota de 384 entradas en octubre de 2024 a solo nueve el mes pasado; y operaciones policiales conjuntas como la ‘Operación Zorro’, que atacan las redes de tráfico más allá de las fronteras austríacas. El ministerio también destacó el aumento de las deportaciones —11.738 hasta ahora este año, la mitad de ellas voluntarias— como prueba de que la política está dando resultados.
Los datos muestran un perfil cambiante de los solicitantes. Los sirios siguen siendo el grupo nacional más numeroso, pero 220 de los casos de octubre correspondieron a niños nacidos en Austria de padres con estatus de protección. Los solicitantes de Georgia, India y Marruecos continúan enfrentando tasas de reconocimiento muy bajas y son canalizados a procesos acelerados que pueden emitir rechazos en primera instancia en menos de 72 horas.
Para los empleadores, la noticia principal es la mejora en la velocidad de tramitación. Con menos casos entrantes, la Oficina Federal de Inmigración y Asilo (BFA) ha eliminado un retraso de 26.000 expedientes y ahora puede decidir conversiones sencillas de permisos de trabajo (de asilo a Tarjeta Roja-Blanca-Roja Plus) en menos de dos meses. Por ello, los departamentos de recursos humanos deberían revisar las solicitudes pendientes de cambio de estatus para personal cualificado que originalmente ingresó como solicitante de asilo.
Los partidos de oposición discrepan sobre el significado de estas cifras. El FPÖ afirma que el gobierno aún permite la migración familiar “por la puerta trasera”, mientras que el SPÖ advierte que relajar los controles fronterizos podría revertir la tendencia de la noche a la mañana. Más allá de las disputas políticas, los números fortalecen la posición de Viena en las próximas negociaciones de la UE sobre la reforma del Sistema Europeo Común de Asilo, donde Austria impulsa la creación de centros de procesamiento externos y procedimientos de retorno más rápidos.









