
En las primeras horas del domingo 23 de noviembre de 2025, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. (USCIS) publicó discretamente una norma final en el Registro Federal anunciando un aumento generalizado de tarifas que entrará en vigor el 1 de enero de 2026. El ajuste, de aproximadamente un dos por ciento en promedio, representa la primera actualización automática por inflación requerida por la Sección 4303 de la ley "One Big Beautiful Bill Act" de 2025, que vinculó muchas tarifas migratorias al Índice de Precios al Consumidor.
Aunque los montos en dólares parecen modestos a primera vista —muchos aumentan solo entre 5 y 10 dólares—, el efecto acumulativo para programas corporativos de movilidad con alto volumen es significativo. Por ejemplo, una empresa tecnológica del Fortune 500 que presenta 300 renovaciones de Documentos de Autorización de Empleo (EAD) y 100 EADs por libertad condicional humanitaria cada año verá un aumento anual en sus gastos de aproximadamente 4,500 dólares, un costo que se repetirá y acumulará cada año conforme continúe la indexación. Los empleadores que patrocinan a gran cantidad de estudiantes F-1 STEM OPT, cónyuges H-4 o beneficiarios de TPS pueden esperar impactos presupuestarios similares.
El aviso afecta casi todos los tipos de formularios procesados por USCIS: el I-131 para libertad condicional anticipada sube de 630 a 640 dólares; el I-765 para EAD de 650 a 665 dólares; el registro TPS I-821 de 135 a 138 dólares; y la solicitud de exención de tarifas I-912 —antes gratuita— ahora costará 10 dólares, una medida que seguramente generará controversia entre grupos de defensa. El Servicio de Procesamiento Premium se mantiene en 2,805 dólares para la mayoría de las categorías, ya que esos recargos están regulados por una ley distinta, pero las tarifas base de los formularios siguen sujetas a la nueva regla de indexación.
USCIS justificó los aumentos como esenciales para “mantener adjudicaciones oportunas e invertir en tecnología de detección de fraudes”, señalando que la agencia está obligada por ley a financiar el 96 % de sus operaciones con tarifas de usuarios en lugar de asignaciones del Congreso. Sin embargo, reconoció que la nueva norma tendrá efectos desproporcionados en pequeñas empresas y solicitantes humanitarios, aunque argumentó que no ajustar las tarifas provocaría mayores retrasos y tiempos de procesamiento más largos.
Para los responsables de movilidad global, la conclusión práctica es clara: los pronósticos presupuestarios para el año calendario 2026 deben actualizarse de inmediato, las órdenes de compra modificarse y los empleados extranjeros informarse sobre los mayores costos de presentación. Las empresas también deberían revisar las políticas de reparto de costos y las asignaciones de movilidad, especialmente para renovaciones de EAD de dependientes, extensiones STEM OPT y trámites de ajuste de estatus que a menudo corren por cuenta de los empleados. Finalmente, los empleadores con poblaciones H-1B o L-1 deben recordar que la nueva “tarifa de integridad de visa” de 250 dólares —aprobada el verano pasado pero aún no implementada— podría sumar presión adicional sobre los costos tras el aumento del IPC anunciado el domingo, una vez que el DHS finalice su mecanismo de cobro el próximo año.
Aunque los montos en dólares parecen modestos a primera vista —muchos aumentan solo entre 5 y 10 dólares—, el efecto acumulativo para programas corporativos de movilidad con alto volumen es significativo. Por ejemplo, una empresa tecnológica del Fortune 500 que presenta 300 renovaciones de Documentos de Autorización de Empleo (EAD) y 100 EADs por libertad condicional humanitaria cada año verá un aumento anual en sus gastos de aproximadamente 4,500 dólares, un costo que se repetirá y acumulará cada año conforme continúe la indexación. Los empleadores que patrocinan a gran cantidad de estudiantes F-1 STEM OPT, cónyuges H-4 o beneficiarios de TPS pueden esperar impactos presupuestarios similares.
El aviso afecta casi todos los tipos de formularios procesados por USCIS: el I-131 para libertad condicional anticipada sube de 630 a 640 dólares; el I-765 para EAD de 650 a 665 dólares; el registro TPS I-821 de 135 a 138 dólares; y la solicitud de exención de tarifas I-912 —antes gratuita— ahora costará 10 dólares, una medida que seguramente generará controversia entre grupos de defensa. El Servicio de Procesamiento Premium se mantiene en 2,805 dólares para la mayoría de las categorías, ya que esos recargos están regulados por una ley distinta, pero las tarifas base de los formularios siguen sujetas a la nueva regla de indexación.
USCIS justificó los aumentos como esenciales para “mantener adjudicaciones oportunas e invertir en tecnología de detección de fraudes”, señalando que la agencia está obligada por ley a financiar el 96 % de sus operaciones con tarifas de usuarios en lugar de asignaciones del Congreso. Sin embargo, reconoció que la nueva norma tendrá efectos desproporcionados en pequeñas empresas y solicitantes humanitarios, aunque argumentó que no ajustar las tarifas provocaría mayores retrasos y tiempos de procesamiento más largos.
Para los responsables de movilidad global, la conclusión práctica es clara: los pronósticos presupuestarios para el año calendario 2026 deben actualizarse de inmediato, las órdenes de compra modificarse y los empleados extranjeros informarse sobre los mayores costos de presentación. Las empresas también deberían revisar las políticas de reparto de costos y las asignaciones de movilidad, especialmente para renovaciones de EAD de dependientes, extensiones STEM OPT y trámites de ajuste de estatus que a menudo corren por cuenta de los empleados. Finalmente, los empleadores con poblaciones H-1B o L-1 deben recordar que la nueva “tarifa de integridad de visa” de 250 dólares —aprobada el verano pasado pero aún no implementada— podría sumar presión adicional sobre los costos tras el aumento del IPC anunciado el domingo, una vez que el DHS finalice su mecanismo de cobro el próximo año.







