
Un análisis profundo de Business Insider Polska publicado el 23 de noviembre destaca que 2025 trajo la mayor reforma en una década de las normas sobre empleo extranjero: digitalización de solicitudes, mayor protección para los trabajadores y, según críticos, un aumento de la burocracia para las empresas. Los profesionales de recursos humanos entrevistados señalan que la presentación electrónica y las obligaciones informativas más estrictas han cerrado vacíos legales, pero han generado prácticas inconsistentes entre las oficinas de los voivodes.
De cara a 2026, los empleadores enfrentan tres retos importantes: (1) la expiración de la ley especial de protección para ucranianos, que actualmente exime a más de un millón de desplazados ucranianos de las cuotas estándar de permisos de trabajo; (2) el aumento del salario mínimo que reajusta automáticamente los umbrales para permisos; y (3) un endurecimiento esperado en las declaraciones de trabajo estacional.
Consultores legales advierten que, una vez que expire la protección para ucranianos, las empresas competirán por una cuota anual limitada de permisos de trabajo, a menos que el gobierno intervenga. Al mismo tiempo, un proyecto de normativa secundaria podría introducir auditorías más estrictas sobre el “empleo ficticio” y sanciones más rápidas para empleadores que no notifiquen el no inicio del trabajo en un plazo de siete días.
Algunas empresas valoran la mayor transparencia —la presentación electrónica permite ver el estado del trámite en tiempo real—, pero los empleadores más pequeños se quejan de la curva de aprendizaje y la incertidumbre sobre cómo cumplir con las nuevas obligaciones de notificación. Las asociaciones del sector están presionando para que se establezcan directrices transitorias y un período de gracia antes de aplicar sanciones.
Entre los consejos prácticos de los expertos están: realizar una auditoría de cumplimiento a fin de año; identificar los puestos que dependen de personal ucraniano; presupuestar tiempos más largos para la renovación de permisos; y capacitar al personal de recursos humanos en el nuevo portal electrónico para evitar problemas de última hora.
De cara a 2026, los empleadores enfrentan tres retos importantes: (1) la expiración de la ley especial de protección para ucranianos, que actualmente exime a más de un millón de desplazados ucranianos de las cuotas estándar de permisos de trabajo; (2) el aumento del salario mínimo que reajusta automáticamente los umbrales para permisos; y (3) un endurecimiento esperado en las declaraciones de trabajo estacional.
Consultores legales advierten que, una vez que expire la protección para ucranianos, las empresas competirán por una cuota anual limitada de permisos de trabajo, a menos que el gobierno intervenga. Al mismo tiempo, un proyecto de normativa secundaria podría introducir auditorías más estrictas sobre el “empleo ficticio” y sanciones más rápidas para empleadores que no notifiquen el no inicio del trabajo en un plazo de siete días.
Algunas empresas valoran la mayor transparencia —la presentación electrónica permite ver el estado del trámite en tiempo real—, pero los empleadores más pequeños se quejan de la curva de aprendizaje y la incertidumbre sobre cómo cumplir con las nuevas obligaciones de notificación. Las asociaciones del sector están presionando para que se establezcan directrices transitorias y un período de gracia antes de aplicar sanciones.
Entre los consejos prácticos de los expertos están: realizar una auditoría de cumplimiento a fin de año; identificar los puestos que dependen de personal ucraniano; presupuestar tiempos más largos para la renovación de permisos; y capacitar al personal de recursos humanos en el nuevo portal electrónico para evitar problemas de última hora.





