
En un popular podcast estadounidense sobre políticas, difundido a última hora del 23 de noviembre, la diplomática indoamericana Mahvash Siddiqui denunció que durante su periodo en el Consulado de EE. UU. en Chennai (2005-07) existía un fraude “a escala industrial” en las solicitudes de visa H-1B. Afirmó que era común encontrar títulos falsificados, entrevistas por terceros y cartas de empleadores falsas, especialmente entre los solicitantes que pasaban por consultoras en Hyderabad.
Aunque Siddiqui aclaró que expresaba opiniones personales, sus declaraciones reavivan el escrutinio sobre la abrumadora participación india en el cupo H-1B, justo cuando Washington se prepara para implementar el estampado de visas dentro del país para aliviar la acumulación en consulados. La asociación industrial NASSCOM respondió rápidamente, señalando que auditorías federales estadounidenses muestran una tasa de fraude de un solo dígito y que las empresas indias de TI enfrentan múltiples controles de cumplimiento.
Para las compañías indias que envían personal a proyectos en EE. UU., esta controversia subraya el riesgo reputacional que implica una documentación débil. Los consulados podrían verse presionados a intensificar la revisión inicial, lo que podría ralentizar la asignación de citas justo cuando los tiempos de espera comenzaban a normalizarse tras la pandemia. Los empleadores deben revisar las prácticas de sus proveedores, garantizar la igualdad salarial y preparar a los candidatos a fondo para las entrevistas consulares.
Abogados de inmigración advierten que este episodio podría influir en los debates del Congreso sobre una posible “Tarifa de Integridad H-1B” y protocolos más estrictos para visitas a los lugares de trabajo. Aunque las generalizaciones amplias pueden no resistir el análisis de datos, la percepción suele moldear la política, por lo que mantener el cumplimiento y una gestión transparente de registros es fundamental para los equipos de movilidad india.
Aunque Siddiqui aclaró que expresaba opiniones personales, sus declaraciones reavivan el escrutinio sobre la abrumadora participación india en el cupo H-1B, justo cuando Washington se prepara para implementar el estampado de visas dentro del país para aliviar la acumulación en consulados. La asociación industrial NASSCOM respondió rápidamente, señalando que auditorías federales estadounidenses muestran una tasa de fraude de un solo dígito y que las empresas indias de TI enfrentan múltiples controles de cumplimiento.
Para las compañías indias que envían personal a proyectos en EE. UU., esta controversia subraya el riesgo reputacional que implica una documentación débil. Los consulados podrían verse presionados a intensificar la revisión inicial, lo que podría ralentizar la asignación de citas justo cuando los tiempos de espera comenzaban a normalizarse tras la pandemia. Los empleadores deben revisar las prácticas de sus proveedores, garantizar la igualdad salarial y preparar a los candidatos a fondo para las entrevistas consulares.
Abogados de inmigración advierten que este episodio podría influir en los debates del Congreso sobre una posible “Tarifa de Integridad H-1B” y protocolos más estrictos para visitas a los lugares de trabajo. Aunque las generalizaciones amplias pueden no resistir el análisis de datos, la percepción suele moldear la política, por lo que mantener el cumplimiento y una gestión transparente de registros es fundamental para los equipos de movilidad india.









