
Los pasajeros de Eurostar que viajaban entre Francia, Bélgica, Países Bajos y Reino Unido enfrentaron un domingo inesperadamente complicado tras una serie de problemas técnicos que ralentizaron el movimiento de trenes en la estación París Gare du Nord el 23 de noviembre de 2025.
Según el feed de actualizaciones en vivo de Eurostar, varios servicios llegaron con retraso o quedaron retenidos fuera de la estación porque trenes anteriores habían perdido sus itinerarios, generando un efecto dominó justo cuando los viajeros de fin de semana regresaban a casa. El operador registró al menos seis avisos de retraso en París Gare du Nord entre las 10:00 y las 19:00, citando tanto “restricciones operativas” como “trenes anteriores llegando tarde”. Los servicios con paradas en Bruselas-Midi, Amberes-Central y Ámsterdam Schiphol también se vieron afectados, lo que evidencia la sensibilidad de esta red transfronteriza de alta frecuencia ante incidentes menores.
Aunque Eurostar aseguró que la seguridad nunca estuvo comprometida, el incidente pone de manifiesto las vulnerabilidades estructurales en el centro ferroviario internacional más concurrido de Europa. A diferencia de Londres St Pancras, que cuenta con cuatro vías directas reservadas para trenes de alta velocidad, la terminal parisina sigue utilizando vías muertas que obligan a cada tren a retroceder, una maniobra que rápidamente colapsa la entrada de la estación cuando algo falla.
Los responsables de viajes corporativos comentaron a Global Mobility News que tuvieron que reprogramar a ejecutivos en trenes posteriores y, en algunos casos, cambiar a vuelos de corta distancia en el último momento. “Perdimos medio día de reuniones en Bruselas porque nuestro tren de las 08:55 estuvo parado fuera del túnel durante 40 minutos”, explicó el responsable de movilidad de una empresa del CAC 40. Aunque las normas de compensación de Eurostar ofrecen reembolsos parciales tras un retraso de 60 minutos, la carga administrativa suele recaer en el empleador.
De cara al futuro, Eurostar advirtió sobre una mayor presión en la capacidad debido a la huelga nacional de tres días que comenzarán mañana los sindicatos ferroviarios belgas (24-26 de noviembre). Los viajeros con citas urgentes en Londres, Bruselas o Ámsterdam deberían prever tiempos adicionales o considerar reuniones virtuales. El operador anunció que publicará un horario modificado una vez se conozca el alcance del impacto de la huelga.
Para las multinacionales con empleados que viajan entre París y sus oficinas en el Benelux, este episodio es un recordatorio de que el tren, aunque más ecológico que el avión, no está exento de riesgos. Los equipos de movilidad deben asegurarse de que los paneles de control de responsabilidad incluyan datos ferroviarios en tiempo real y que los viajeros sepan cómo activar presupuestos de contingencia cuando los horarios se descontrolan.
Según el feed de actualizaciones en vivo de Eurostar, varios servicios llegaron con retraso o quedaron retenidos fuera de la estación porque trenes anteriores habían perdido sus itinerarios, generando un efecto dominó justo cuando los viajeros de fin de semana regresaban a casa. El operador registró al menos seis avisos de retraso en París Gare du Nord entre las 10:00 y las 19:00, citando tanto “restricciones operativas” como “trenes anteriores llegando tarde”. Los servicios con paradas en Bruselas-Midi, Amberes-Central y Ámsterdam Schiphol también se vieron afectados, lo que evidencia la sensibilidad de esta red transfronteriza de alta frecuencia ante incidentes menores.
Aunque Eurostar aseguró que la seguridad nunca estuvo comprometida, el incidente pone de manifiesto las vulnerabilidades estructurales en el centro ferroviario internacional más concurrido de Europa. A diferencia de Londres St Pancras, que cuenta con cuatro vías directas reservadas para trenes de alta velocidad, la terminal parisina sigue utilizando vías muertas que obligan a cada tren a retroceder, una maniobra que rápidamente colapsa la entrada de la estación cuando algo falla.
Los responsables de viajes corporativos comentaron a Global Mobility News que tuvieron que reprogramar a ejecutivos en trenes posteriores y, en algunos casos, cambiar a vuelos de corta distancia en el último momento. “Perdimos medio día de reuniones en Bruselas porque nuestro tren de las 08:55 estuvo parado fuera del túnel durante 40 minutos”, explicó el responsable de movilidad de una empresa del CAC 40. Aunque las normas de compensación de Eurostar ofrecen reembolsos parciales tras un retraso de 60 minutos, la carga administrativa suele recaer en el empleador.
De cara al futuro, Eurostar advirtió sobre una mayor presión en la capacidad debido a la huelga nacional de tres días que comenzarán mañana los sindicatos ferroviarios belgas (24-26 de noviembre). Los viajeros con citas urgentes en Londres, Bruselas o Ámsterdam deberían prever tiempos adicionales o considerar reuniones virtuales. El operador anunció que publicará un horario modificado una vez se conozca el alcance del impacto de la huelga.
Para las multinacionales con empleados que viajan entre París y sus oficinas en el Benelux, este episodio es un recordatorio de que el tren, aunque más ecológico que el avión, no está exento de riesgos. Los equipos de movilidad deben asegurarse de que los paneles de control de responsabilidad incluyan datos ferroviarios en tiempo real y que los viajeros sepan cómo activar presupuestos de contingencia cuando los horarios se descontrolan.







