
Un juez federal de distrito emitió una orden judicial de última hora el 21 de noviembre que impide al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para Siria. La administración Trump había programado la expiración del TPS a las 11:59 p.m. de ese mismo día, tras un aviso en el Registro Federal de septiembre que afirmaba que Siria ya no cumplía con los criterios legales.
La decisión oral del tribunal —se espera la orden escrita formal— mantiene la autorización de trabajo para aproximadamente 6,100 ciudadanos sirios, muchos de los cuales laboran en sectores de salud y tecnología en áreas como el norte de Virginia y la Bahía de San Francisco. Los empleadores con talento sirio se preparaban para la pérdida inmediata de la elegibilidad laboral y posibles complicaciones con el cumplimiento del formulario I-9.
Por ahora, los permisos de trabajo y licencias de conducir siguen vigentes mientras continúa el litigio. Los equipos de movilidad deben (1) identificar a los empleados sirios en los sistemas de seguimiento, (2) suspender cualquier acción de despido o licencia sin goce de sueldo, y (3) estar atentos a avisos de extensión automática por parte de USCIS, similares a los emitidos en demandas previas de TPS para Haití y El Salvador.
La orden judicial subraya la volatilidad de los programas humanitarios: DHS está implementando simultáneamente una nueva tarifa de $1,000 por permiso de ingreso (parole) y evaluando estándares más amplios de “carga pública”. Las empresas que emplean a beneficiarios de TPS necesitan manuales de cumplimiento ágiles que contemplen cambios rápidos en las políticas.
La decisión oral del tribunal —se espera la orden escrita formal— mantiene la autorización de trabajo para aproximadamente 6,100 ciudadanos sirios, muchos de los cuales laboran en sectores de salud y tecnología en áreas como el norte de Virginia y la Bahía de San Francisco. Los empleadores con talento sirio se preparaban para la pérdida inmediata de la elegibilidad laboral y posibles complicaciones con el cumplimiento del formulario I-9.
Por ahora, los permisos de trabajo y licencias de conducir siguen vigentes mientras continúa el litigio. Los equipos de movilidad deben (1) identificar a los empleados sirios en los sistemas de seguimiento, (2) suspender cualquier acción de despido o licencia sin goce de sueldo, y (3) estar atentos a avisos de extensión automática por parte de USCIS, similares a los emitidos en demandas previas de TPS para Haití y El Salvador.
La orden judicial subraya la volatilidad de los programas humanitarios: DHS está implementando simultáneamente una nueva tarifa de $1,000 por permiso de ingreso (parole) y evaluando estándares más amplios de “carga pública”. Las empresas que emplean a beneficiarios de TPS necesitan manuales de cumplimiento ágiles que contemplen cambios rápidos en las políticas.









