
El aeropuerto Zurich Kloten de Suiza se convirtió en la última frontera del espacio Schengen en activar el Sistema de Entrada/Salida (EES) de la Unión Europea el 19 de noviembre de 2025. El aeropuerto ha instalado 52 quioscos de autoservicio y puertas electrónicas ‘easygate’ de Secunet que capturan huellas dactilares e imágenes faciales de alta resolución de nacionales de terceros países la primera vez que cruzan la frontera Schengen. Aunque Suiza no forma parte de la UE, aplica las normas de Schengen, lo que hace que este cambio sea inmediatamente relevante para miles de residentes franceses que vuelan a destinos de larga distancia vía Zurich cada semana.
Según el sistema, cualquier viajero que no posea pasaporte de la UE, EEE o Suiza —incluyendo a empleados desplazados desde Francia con ciudadanía estadounidense, británica, india u otra— debe completar un registro biométrico único. Los datos se almacenan durante tres años y se reutilizan en entradas posteriores, reemplazando el sello manual en el pasaporte. El aeropuerto de Zurich asegura que el proceso debería tomar “menos de un minuto” una vez creado el registro, aunque la inscripción inicial en horas punta podría añadir entre 30 y 60 minutos a los tiempos de espera.
Se recomienda a los responsables de recursos humanos y gestión de viajes en Francia que amplíen los tiempos de conexión al planificar rutas que pasen por Zurich. Aerolíneas como SWISS y Air Baltic, socio de código compartido de Air France-KLM, ya informan a los pasajeros a bordo y vía SMS. Consultoras de movilidad aconsejan a los empleados desplazados llevar una copia impresa de contratos laborales o permisos de residencia; los agentes fronterizos pueden solicitar documentos de respaldo si un pasaporte no comunitario muestra estancias cortas repetidas.
Esta implementación forma parte del paquete gradual de fronteras inteligentes de Schengen, iniciado el 12 de octubre de 2025, que llegará a los 29 países participantes en abril de 2026. Francia continúa con su despliegue en Calais, Dunkerque y Gare du Nord, pero expertos del sector señalan que la aplicación suiza es una prueba clave para las conexiones hub-and-spoke, muy utilizadas por empresas francesas.
A medio plazo, se espera que la automatización en fronteras reduzca el abuso de estancias prolongadas y ofrezca a los empleadores mayor control sobre la regla “90/180 días”, ya que la base de datos central contabiliza automáticamente los días permitidos. Por ahora, las empresas deben actualizar sus políticas de viaje, advertir al personal sobre posibles retrasos y asegurarse de que los escáneres de pasaportes en las aplicaciones de deber de cuidado sean compatibles con el EES.
Según el sistema, cualquier viajero que no posea pasaporte de la UE, EEE o Suiza —incluyendo a empleados desplazados desde Francia con ciudadanía estadounidense, británica, india u otra— debe completar un registro biométrico único. Los datos se almacenan durante tres años y se reutilizan en entradas posteriores, reemplazando el sello manual en el pasaporte. El aeropuerto de Zurich asegura que el proceso debería tomar “menos de un minuto” una vez creado el registro, aunque la inscripción inicial en horas punta podría añadir entre 30 y 60 minutos a los tiempos de espera.
Se recomienda a los responsables de recursos humanos y gestión de viajes en Francia que amplíen los tiempos de conexión al planificar rutas que pasen por Zurich. Aerolíneas como SWISS y Air Baltic, socio de código compartido de Air France-KLM, ya informan a los pasajeros a bordo y vía SMS. Consultoras de movilidad aconsejan a los empleados desplazados llevar una copia impresa de contratos laborales o permisos de residencia; los agentes fronterizos pueden solicitar documentos de respaldo si un pasaporte no comunitario muestra estancias cortas repetidas.
Esta implementación forma parte del paquete gradual de fronteras inteligentes de Schengen, iniciado el 12 de octubre de 2025, que llegará a los 29 países participantes en abril de 2026. Francia continúa con su despliegue en Calais, Dunkerque y Gare du Nord, pero expertos del sector señalan que la aplicación suiza es una prueba clave para las conexiones hub-and-spoke, muy utilizadas por empresas francesas.
A medio plazo, se espera que la automatización en fronteras reduzca el abuso de estancias prolongadas y ofrezca a los empleadores mayor control sobre la regla “90/180 días”, ya que la base de datos central contabiliza automáticamente los días permitidos. Por ahora, las empresas deben actualizar sus políticas de viaje, advertir al personal sobre posibles retrasos y asegurarse de que los escáneres de pasaportes en las aplicaciones de deber de cuidado sean compatibles con el EES.








