
El avance hacia la tan esperada entrada de Chipre en el Espacio Schengen se aceleró el 21 de noviembre cuando el Comisario Europeo de Asuntos Internos, Magnus Brunner, respaldó públicamente la hoja de ruta de la isla tras una reunión en Bruselas con el Viceministro de Migración, Nicholas Ioannides. En un mensaje en X, Brunner afirmó que la Comisión "brinda todo su apoyo" a Chipre para completar la preparación técnica en sistemas de fronteras inteligentes y gestión de retornos.
Esta señal positiva sigue al anuncio de Ioannides un día antes, en el que Nicosia espera una evaluación técnica favorable para finales de 2025 y apunta a la plena adhesión a Schengen en 2026. Chipre ya aplica la mayoría de las normas Schengen, pero aún no puede emitir visados Schengen ni participar en el área sin visados, lo que obliga a los viajeros a someterse a controles separados al entrar desde Europa continental.
Las declaraciones de Brunner sugieren que la Comisión está satisfecha con la implementación por parte de Chipre del Sistema de Entrada/Salida de la UE, las mejoras en los pasaportes biométricos y los procedimientos renovados de retornos, áreas que antes se señalaban como deficiencias. Los obstáculos restantes son principalmente políticos: se requiere la aprobación unánime de los miembros actuales de Schengen. Diplomáticos indican que Austria, que bloqueó a Bulgaria y Rumanía en 2023 por preocupaciones migratorias, muestra mayor apertura hacia Chipre debido a que la frontera externa de la isla es marítima y ya está vigilada por Frontex.
Para las empresas, esta mejora podría ser transformadora. Una vez dentro de Schengen, Chipre podrá emitir visados Schengen tipo C, facilitando itinerarios multipaís para ejecutivos visitantes, y sus residentes disfrutarán de viajes sin pasaporte por 29 países europeos. Las corporaciones con sede en la isla —desde fintech hasta transporte marítimo— prevén menores costos de cumplimiento en viajes y una gestión más fluida del talento dentro de la UE.
Sin embargo, los responsables de movilidad deben planificar una fase de transición en 2026, cuando los puestos fronterizos de Chipre integren los sistemas Schengen; es probable que se formen colas temporales mientras los agentes se adaptan a los nuevos procesos biométricos. Se recomienda a las empresas informar a los viajeros y actualizar las notificaciones de trabajadores desplazados una vez confirmada la adhesión.
Esta señal positiva sigue al anuncio de Ioannides un día antes, en el que Nicosia espera una evaluación técnica favorable para finales de 2025 y apunta a la plena adhesión a Schengen en 2026. Chipre ya aplica la mayoría de las normas Schengen, pero aún no puede emitir visados Schengen ni participar en el área sin visados, lo que obliga a los viajeros a someterse a controles separados al entrar desde Europa continental.
Las declaraciones de Brunner sugieren que la Comisión está satisfecha con la implementación por parte de Chipre del Sistema de Entrada/Salida de la UE, las mejoras en los pasaportes biométricos y los procedimientos renovados de retornos, áreas que antes se señalaban como deficiencias. Los obstáculos restantes son principalmente políticos: se requiere la aprobación unánime de los miembros actuales de Schengen. Diplomáticos indican que Austria, que bloqueó a Bulgaria y Rumanía en 2023 por preocupaciones migratorias, muestra mayor apertura hacia Chipre debido a que la frontera externa de la isla es marítima y ya está vigilada por Frontex.
Para las empresas, esta mejora podría ser transformadora. Una vez dentro de Schengen, Chipre podrá emitir visados Schengen tipo C, facilitando itinerarios multipaís para ejecutivos visitantes, y sus residentes disfrutarán de viajes sin pasaporte por 29 países europeos. Las corporaciones con sede en la isla —desde fintech hasta transporte marítimo— prevén menores costos de cumplimiento en viajes y una gestión más fluida del talento dentro de la UE.
Sin embargo, los responsables de movilidad deben planificar una fase de transición en 2026, cuando los puestos fronterizos de Chipre integren los sistemas Schengen; es probable que se formen colas temporales mientras los agentes se adaptan a los nuevos procesos biométricos. Se recomienda a las empresas informar a los viajeros y actualizar las notificaciones de trabajadores desplazados una vez confirmada la adhesión.








