
Tianjin Airlines ha reanudado su servicio de largo recorrido con Airbus A330 que conecta el Aeropuerto Internacional Jiangbei de Chongqing con Moscú Vnukovo tras una suspensión de dos años, restableciendo un enlace directo entre la mayor municipalidad del oeste de China y la capital rusa. El vuelo semanal sale de Chongqing todos los martes a las 10:55 hora de Pekín y llega a Moscú a las 14:55 hora local, regresando el mismo día. La aerolínea planea añadir una segunda frecuencia semanal a partir de marzo de 2026.
Esta ruta reinstaurada complementa los servicios de la compañía entre Pekín y Moscú y refleja el fortalecimiento de los lazos comerciales: las exportaciones de Chongqing a Rusia crecieron un 28 % interanual en los primeros tres trimestres de 2025, impulsadas por piezas de automóviles y productos electrónicos. Para las multinacionales con operaciones en el círculo económico Chengdu-Chongqing, el vuelo directo reduce el tiempo de viaje entre tres y cinco horas en comparación con conexiones vía Pekín o Urumqi, además de eliminar trámites de transferencia doméstica.
Moscú considera este servicio vital para reactivar el turismo chino entrante, que aún no ha recuperado los niveles previos a la pandemia. Los operadores turísticos rusos están combinando el nuevo vuelo con paquetes de cruceros por el río Yangtsé, y el gobierno municipal de Chongqing ofrece hasta 50,000 RMB (6,900 USD) en subsidios de marketing por cada vuelo chárter para estimular la demanda.
Las bodegas de carga del A330 transportarán inicialmente 10 toneladas semanales de paquetes de comercio electrónico de alto valor, y las autoridades aeroportuarias aseguran que pueden aumentar rápidamente la capacidad si las exportaciones hacia Occidente dentro de la iniciativa Belt and Road se recuperan la próxima primavera. Los gestores de movilidad deben tener en cuenta que las visas rusas para ciudadanos chinos siguen siendo en formato papel y pueden tardar entre siete y diez días hábiles; se recomienda solicitar con antelación para aprovechar las tarifas promocionales.
Con Aeroflot planeando aumentar capacidad en la ruta Moscú-Shanghai y China Eastern solicitando slots para Xi’an-Moscú, los analistas prevén que la capacidad de asientos entre China y Rusia alcance el 85 % de los niveles de 2019 para mediados de 2026, restaurando un corredor euroasiático clave para viajeros de negocios y rotaciones de expatriados.
Esta ruta reinstaurada complementa los servicios de la compañía entre Pekín y Moscú y refleja el fortalecimiento de los lazos comerciales: las exportaciones de Chongqing a Rusia crecieron un 28 % interanual en los primeros tres trimestres de 2025, impulsadas por piezas de automóviles y productos electrónicos. Para las multinacionales con operaciones en el círculo económico Chengdu-Chongqing, el vuelo directo reduce el tiempo de viaje entre tres y cinco horas en comparación con conexiones vía Pekín o Urumqi, además de eliminar trámites de transferencia doméstica.
Moscú considera este servicio vital para reactivar el turismo chino entrante, que aún no ha recuperado los niveles previos a la pandemia. Los operadores turísticos rusos están combinando el nuevo vuelo con paquetes de cruceros por el río Yangtsé, y el gobierno municipal de Chongqing ofrece hasta 50,000 RMB (6,900 USD) en subsidios de marketing por cada vuelo chárter para estimular la demanda.
Las bodegas de carga del A330 transportarán inicialmente 10 toneladas semanales de paquetes de comercio electrónico de alto valor, y las autoridades aeroportuarias aseguran que pueden aumentar rápidamente la capacidad si las exportaciones hacia Occidente dentro de la iniciativa Belt and Road se recuperan la próxima primavera. Los gestores de movilidad deben tener en cuenta que las visas rusas para ciudadanos chinos siguen siendo en formato papel y pueden tardar entre siete y diez días hábiles; se recomienda solicitar con antelación para aprovechar las tarifas promocionales.
Con Aeroflot planeando aumentar capacidad en la ruta Moscú-Shanghai y China Eastern solicitando slots para Xi’an-Moscú, los analistas prevén que la capacidad de asientos entre China y Rusia alcance el 85 % de los niveles de 2019 para mediados de 2026, restaurando un corredor euroasiático clave para viajeros de negocios y rotaciones de expatriados.






