
La aerolínea de bajo costo Ryanair ha intensificado su campaña contra lo que denomina el “límite ilegal” de pasajeros en el Aeropuerto de Dublín, emitiendo un comunicado contundente el 19 de noviembre de 2025, después de que daa confirmara que el tráfico ya había superado el límite de 32 millones con seis semanas aún por delante en el año.
El CEO de Ryanair, Michael O’Leary, sostiene que el límite —introducido hace más de una década como condición de permisos de planificación— ahora pone en riesgo la recuperación del turismo en Irlanda tras la pandemia y la capacidad del país para atraer nuevas rutas e inversiones. La aerolínea argumenta que la suspensión temporal del límite por parte del Tribunal Superior a principios de este año fue solo una medida provisional y que se requiere una acción legislativa formal antes de los plazos para presentar los horarios de verano de 2026.
Para los viajeros de negocios y los planificadores de movilidad corporativa, las consecuencias son palpables. La escasez de franjas horarias en la principal puerta de entrada del país ya ha elevado las tarifas en los vuelos en horas punta entre Dublín y los principales centros europeos. Ryanair cita múltiples vuelos Londres-Dublín este otoño con precios de hasta 450 € por trayecto. Las restricciones sostenidas en la capacidad también podrían afectar la atracción de Irlanda como sede regional para EMEA, dado que las multinacionales dependen de conexiones aéreas predecibles y a precios competitivos.
La oficina del Taoiseach aún no ha emitido comentarios, pero diputados de la coalición tanto de Fine Gael como de Fianna Fáil han mostrado apoyo a revisar el límite, siempre que se cumplan los compromisos medioambientales. Los analistas de transporte señalan que cualquier derogación requerirá planes actualizados de mitigación de ruido y consultas comunitarias sobre cambios en las rutas de vuelo.
Mientras tanto, las empresas deberían vigilar las tendencias de disponibilidad de asientos para el primer y segundo trimestre de 2026. Si el límite sigue en un limbo legal, los compradores de viajes podrían tener que asegurar reservas bloqueadas con mayor antelación o desviar pasajeros a través de Shannon o Belfast para garantizar la disponibilidad.
El CEO de Ryanair, Michael O’Leary, sostiene que el límite —introducido hace más de una década como condición de permisos de planificación— ahora pone en riesgo la recuperación del turismo en Irlanda tras la pandemia y la capacidad del país para atraer nuevas rutas e inversiones. La aerolínea argumenta que la suspensión temporal del límite por parte del Tribunal Superior a principios de este año fue solo una medida provisional y que se requiere una acción legislativa formal antes de los plazos para presentar los horarios de verano de 2026.
Para los viajeros de negocios y los planificadores de movilidad corporativa, las consecuencias son palpables. La escasez de franjas horarias en la principal puerta de entrada del país ya ha elevado las tarifas en los vuelos en horas punta entre Dublín y los principales centros europeos. Ryanair cita múltiples vuelos Londres-Dublín este otoño con precios de hasta 450 € por trayecto. Las restricciones sostenidas en la capacidad también podrían afectar la atracción de Irlanda como sede regional para EMEA, dado que las multinacionales dependen de conexiones aéreas predecibles y a precios competitivos.
La oficina del Taoiseach aún no ha emitido comentarios, pero diputados de la coalición tanto de Fine Gael como de Fianna Fáil han mostrado apoyo a revisar el límite, siempre que se cumplan los compromisos medioambientales. Los analistas de transporte señalan que cualquier derogación requerirá planes actualizados de mitigación de ruido y consultas comunitarias sobre cambios en las rutas de vuelo.
Mientras tanto, las empresas deberían vigilar las tendencias de disponibilidad de asientos para el primer y segundo trimestre de 2026. Si el límite sigue en un limbo legal, los compradores de viajes podrían tener que asegurar reservas bloqueadas con mayor antelación o desviar pasajeros a través de Shannon o Belfast para garantizar la disponibilidad.










