
Más de 1,000 agentes de la Fuerza Fronteriza abandonaron sus puestos el 19 de noviembre, iniciando una huelga escalonada que amenaza con afectar los viajes durante el pico de Año Nuevo. El personal de Heathrow, Gatwick, Manchester, Birmingham, Glasgow y Bristol, miembros del sindicato PCS, aseguran haber llegado al límite tras recibir una oferta de aumento salarial del 2 % en medio de una inflación de dos dígitos.
Se han desplegado equipos de contingencia formados por militares y agentes retirados, pero no pueden realizar controles biométricos en pasaportes no británicos, lo que obliga a los aeropuertos a ralentizar el desembarque y mantener los aviones en posiciones remotas.
En la primera jornada completa, los pasajeros que llegaban reportaron colas de hasta dos horas en las terminales 2 y 5 de Heathrow, mientras que Gatwick advirtió sobre “cuellos de botella esporádicos” en su Terminal Sur. Los viajeros de negocios con conexiones a vuelos sensibles al tiempo fueron los más afectados, y las aerolíneas recomiendan a sus clientes dejar al menos tres horas entre vuelos internacionales.
La huelga agrava la presión existente en la frontera mientras el Reino Unido implementa su nuevo sistema de Autorización Electrónica de Viaje (ETA). Ahora, las aerolíneas deben verificar que muchos viajeros sin visa posean una ETA antes de embarcar, añadiendo una capa extra de controles documentales. Los grupos del sector turístico temen que una acción industrial prolongada pueda afectar la competitividad del Reino Unido justo cuando la demanda de viajes corporativos se recupera al 92 % de los niveles de 2019.
Las negociaciones entre PCS y el Ministerio del Interior se reanudaron el 20 de noviembre, pero los líderes sindicales insisten en que, sin un acuerdo que contemple el “costo de vida” y un plan para cubrir 1,500 vacantes, una escalada mayor —incluyendo paros en puertos marítimos y centros de paquetería rápida— es “muy probable”. Los empleadores con personal internacional deberían seguir las recomendaciones de contingencia y considerar cambiar a aeropuertos regionales del Reino Unido menos afectados por el conflicto.
Las consultoras de riesgos de viaje también aconsejan inscribir a los viajeros frecuentes en el programa Registered Traveller —que sigue operativo durante la huelga— y fomentar el uso de e-Gates cuando sea posible para evitar controles manuales.
Se han desplegado equipos de contingencia formados por militares y agentes retirados, pero no pueden realizar controles biométricos en pasaportes no británicos, lo que obliga a los aeropuertos a ralentizar el desembarque y mantener los aviones en posiciones remotas.
En la primera jornada completa, los pasajeros que llegaban reportaron colas de hasta dos horas en las terminales 2 y 5 de Heathrow, mientras que Gatwick advirtió sobre “cuellos de botella esporádicos” en su Terminal Sur. Los viajeros de negocios con conexiones a vuelos sensibles al tiempo fueron los más afectados, y las aerolíneas recomiendan a sus clientes dejar al menos tres horas entre vuelos internacionales.
La huelga agrava la presión existente en la frontera mientras el Reino Unido implementa su nuevo sistema de Autorización Electrónica de Viaje (ETA). Ahora, las aerolíneas deben verificar que muchos viajeros sin visa posean una ETA antes de embarcar, añadiendo una capa extra de controles documentales. Los grupos del sector turístico temen que una acción industrial prolongada pueda afectar la competitividad del Reino Unido justo cuando la demanda de viajes corporativos se recupera al 92 % de los niveles de 2019.
Las negociaciones entre PCS y el Ministerio del Interior se reanudaron el 20 de noviembre, pero los líderes sindicales insisten en que, sin un acuerdo que contemple el “costo de vida” y un plan para cubrir 1,500 vacantes, una escalada mayor —incluyendo paros en puertos marítimos y centros de paquetería rápida— es “muy probable”. Los empleadores con personal internacional deberían seguir las recomendaciones de contingencia y considerar cambiar a aeropuertos regionales del Reino Unido menos afectados por el conflicto.
Las consultoras de riesgos de viaje también aconsejan inscribir a los viajeros frecuentes en el programa Registered Traveller —que sigue operativo durante la huelga— y fomentar el uso de e-Gates cuando sea posible para evitar controles manuales.








