
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos publicó su ajuste anual por inflación el 20 de noviembre, confirmando que varias tarifas de autorización de viaje aumentarán a partir del 1 de enero de 2026. El incremento principal eleva el costo del Sistema Electrónico para la Autorización de Viaje (ESTA) de 21,70 USD a 40,27 USD, casi duplicando el gasto directo para los brasileños que tienen pasaportes dobles de países del Programa de Exención de Visa (VWP), como Italia o Portugal.
Los ciudadanos brasileños que viajan con pasaportes brasileños ya requieren visas completas de categoría B para visitantes, pero muchas familias con doble nacionalidad y ciudadanos con doble pasaporte utilizan ESTA para ingresar a Estados Unidos en viajes cortos de negocios o vacaciones. Los equipos de movilidad corporativa deberían revisar los modelos de costos para los presupuestos de viaje de 2026, especialmente para ejecutivos que transitan por EE. UU. rumbo a sedes en América Latina.
También se verá afectado el Sistema Electrónico de Actualización de Visa (EVUS), usado principalmente por titulares de pasaportes chinos. La tarifa subirá a 30,75 USD. Aunque EVUS no aplica a brasileños, las multinacionales con asignados en China deben tener en cuenta este cambio al planificar rutas de personal entre Brasil, EE. UU. y Asia.
Finalmente, el procesamiento de permisos humanitarios—que en ocasiones cubre a marineros brasileños y técnicos offshore rotados por puertos estadounidenses—se disparará a 1.020 USD. Las empresas que dependen de esta vía para trabajos urgentes en proyectos deberían explorar categorías de visa alternativas o considerar los mayores costos de cumplimiento.
Dado que el DHS indexó las tarifas a la inflación bajo la Ley One Big Beautiful Bill (HR-1), es posible que se realicen ajustes automáticos adicionales cada año fiscal. Por ello, se recomienda a los gestores de viajes incluir cláusulas de escalada en los contratos a largo plazo con proveedores de reubicación y comunicar estos cambios a los viajeros con suficiente antelación antes de que comience el ciclo de planificación para 2026.
Los ciudadanos brasileños que viajan con pasaportes brasileños ya requieren visas completas de categoría B para visitantes, pero muchas familias con doble nacionalidad y ciudadanos con doble pasaporte utilizan ESTA para ingresar a Estados Unidos en viajes cortos de negocios o vacaciones. Los equipos de movilidad corporativa deberían revisar los modelos de costos para los presupuestos de viaje de 2026, especialmente para ejecutivos que transitan por EE. UU. rumbo a sedes en América Latina.
También se verá afectado el Sistema Electrónico de Actualización de Visa (EVUS), usado principalmente por titulares de pasaportes chinos. La tarifa subirá a 30,75 USD. Aunque EVUS no aplica a brasileños, las multinacionales con asignados en China deben tener en cuenta este cambio al planificar rutas de personal entre Brasil, EE. UU. y Asia.
Finalmente, el procesamiento de permisos humanitarios—que en ocasiones cubre a marineros brasileños y técnicos offshore rotados por puertos estadounidenses—se disparará a 1.020 USD. Las empresas que dependen de esta vía para trabajos urgentes en proyectos deberían explorar categorías de visa alternativas o considerar los mayores costos de cumplimiento.
Dado que el DHS indexó las tarifas a la inflación bajo la Ley One Big Beautiful Bill (HR-1), es posible que se realicen ajustes automáticos adicionales cada año fiscal. Por ello, se recomienda a los gestores de viajes incluir cláusulas de escalada en los contratos a largo plazo con proveedores de reubicación y comunicar estos cambios a los viajeros con suficiente antelación antes de que comience el ciclo de planificación para 2026.









