
En las reuniones informativas del 19 de noviembre, altos dirigentes de los partidos Liberal y Nacional confirmaron que un futuro gobierno de la Coalición reduciría “significativamente” los números del programa migratorio de Australia, afectando tanto a las categorías de trabajadores calificados como a la de estudiantes internacionales. Aunque no se ha establecido un límite oficial, los diputados de base presionan para volver a los niveles de la era Howard, alrededor de 100,000 migrantes permanentes al año, menos de la mitad de la proyección del Tesoro para 2025-26.
La líder adjunta liberal, Sussan Ley, argumentó que las políticas migratorias deben estar vinculadas a la capacidad de cada estado para construir viviendas y camas hospitalarias. El ministro sombra de asuntos internos, Jonno Duniam, adelantó que se endurecerán los requisitos de inglés y se aplicarán pruebas más estrictas en el mercado laboral para los empleadores patrocinadores.
Los grupos empresariales han reaccionado advirtiendo que los sectores de recursos y tecnología ya enfrentan una grave escasez de habilidades. La Cámara de Comercio e Industria de Australia señala que reducir las visas para trabajadores calificados socavaría los planes gubernamentales de infraestructura para alcanzar la neutralidad de carbono, que dependen de ingenieros especializados.
De aprobarse, la política también limitaría la categoría de familiares dependientes y podría endurecer los derechos laborales post-estudio. Los gestores de movilidad deben prepararse para escenarios con mayores tasas de rechazo, tiempos de procesamiento más largos y un posible aumento en las visas nominadas por los estados, ya que los empleadores buscarán vías alternativas.
La Coalición dará a conocer los detalles completos de la política más cerca de las elecciones de 2028, pero las señales tempranas ya están influyendo en las estrategias de contratación de multinacionales que planean expandirse en Australia.
La líder adjunta liberal, Sussan Ley, argumentó que las políticas migratorias deben estar vinculadas a la capacidad de cada estado para construir viviendas y camas hospitalarias. El ministro sombra de asuntos internos, Jonno Duniam, adelantó que se endurecerán los requisitos de inglés y se aplicarán pruebas más estrictas en el mercado laboral para los empleadores patrocinadores.
Los grupos empresariales han reaccionado advirtiendo que los sectores de recursos y tecnología ya enfrentan una grave escasez de habilidades. La Cámara de Comercio e Industria de Australia señala que reducir las visas para trabajadores calificados socavaría los planes gubernamentales de infraestructura para alcanzar la neutralidad de carbono, que dependen de ingenieros especializados.
De aprobarse, la política también limitaría la categoría de familiares dependientes y podría endurecer los derechos laborales post-estudio. Los gestores de movilidad deben prepararse para escenarios con mayores tasas de rechazo, tiempos de procesamiento más largos y un posible aumento en las visas nominadas por los estados, ya que los empleadores buscarán vías alternativas.
La Coalición dará a conocer los detalles completos de la política más cerca de las elecciones de 2028, pero las señales tempranas ya están influyendo en las estrategias de contratación de multinacionales que planean expandirse en Australia.







