
El Departamento de Asuntos Internos de Australia (DHA) emitió una nueva Alerta de Integridad para Visas de Estudiante el 20 de noviembre, tras detectar un aumento significativo en el uso de pasaportes falsificados, estados bancarios y resultados de exámenes de inglés fraudulentos para obtener Confirmaciones de Inscripción (CoEs) en universidades australianas, incluyendo miembros del Grupo de los Ocho.
La alerta señala un “aumento pronunciado” en fraudes originados en el sur de Asia, donde agentes sin escrúpulos estarían reutilizando números de pasaporte y cambiando fotografías para evadir la verificación en línea. En varios casos, los solicitantes falsos avanzaron considerablemente en el proceso de visa antes de que se detectara el fraude, evidenciando fallas en los procesos de diligencia debida de las instituciones.
Se ha instruido a las universidades a reforzar la verificación de identidad, a cruzar metadatos de historial de viajes y a negarse a emitir CoEs hasta que los documentos originales sean autenticados. No cumplir con estas medidas podría resultar en una reducción de la calificación de riesgo de la institución, lo que conllevaría a una mayor demora en el procesamiento de visas bajo el nuevo marco simplificado para visas de estudiante.
Para los programas corporativos de movilidad y reubicación, esta medida podría traducirse en tiempos de espera más largos para la llegada de estudiantes de posgrado legítimos con visas Subclase 500, especialmente desde mercados considerados de alto riesgo. Se recomienda a los empleadores incluir tiempos adicionales en sus planes de proyecto y asesorar al personal entrante sobre la importancia de presentar documentación original.
La alerta también anticipa un aumento en los requisitos de capacidad financiera y la implementación de un nuevo cargo de solicitud de visa de 2,000 dólares australianos a partir del 1 de enero de 2026, medidas que Canberra considera esenciales para “restaurar la confianza” en el sector.
La alerta señala un “aumento pronunciado” en fraudes originados en el sur de Asia, donde agentes sin escrúpulos estarían reutilizando números de pasaporte y cambiando fotografías para evadir la verificación en línea. En varios casos, los solicitantes falsos avanzaron considerablemente en el proceso de visa antes de que se detectara el fraude, evidenciando fallas en los procesos de diligencia debida de las instituciones.
Se ha instruido a las universidades a reforzar la verificación de identidad, a cruzar metadatos de historial de viajes y a negarse a emitir CoEs hasta que los documentos originales sean autenticados. No cumplir con estas medidas podría resultar en una reducción de la calificación de riesgo de la institución, lo que conllevaría a una mayor demora en el procesamiento de visas bajo el nuevo marco simplificado para visas de estudiante.
Para los programas corporativos de movilidad y reubicación, esta medida podría traducirse en tiempos de espera más largos para la llegada de estudiantes de posgrado legítimos con visas Subclase 500, especialmente desde mercados considerados de alto riesgo. Se recomienda a los empleadores incluir tiempos adicionales en sus planes de proyecto y asesorar al personal entrante sobre la importancia de presentar documentación original.
La alerta también anticipa un aumento en los requisitos de capacidad financiera y la implementación de un nuevo cargo de solicitud de visa de 2,000 dólares australianos a partir del 1 de enero de 2026, medidas que Canberra considera esenciales para “restaurar la confianza” en el sector.









