Reuters informa que el Departamento de Seguridad Nacional desplegará a unos 250 agentes de la Patrulla Fronteriza y de ICE en Luisiana y Misisipi a principios de diciembre para una operación masiva de control llamada “Swamp Sweep” (Barrido en el Pantano). Documentos internos revelan que el objetivo es realizar 5,000 arrestos, centrados en el área metropolitana de Nueva Orleans y las parroquias que se extienden hacia el norte hasta Baton Rouge.
Esta operación forma parte del cambio estratégico de la administración Trump, que pasa de un enfoque centrado en la frontera a acciones de control en el interior del país. En oleadas anteriores este año, agentes fueron enviados a Los Ángeles, Chicago y Charlotte; se informa que la próxima ciudad será Nueva York. Funcionarios del DHS aseguran que estos despliegues son operativos rutinarios de aplicación de la ley, pero grupos defensores de inmigrantes advierten sobre redadas en lugares de trabajo y alteraciones en las comunidades durante la ajetreada temporada navideña.
![«Operación Pantano»: 250 agentes federales desplegados para capturar migrantes indocumentados en Luisiana y Misisipi]()
Para los empleadores, el mensaje es claro: deben asegurarse de que los registros del Formulario I-9 estén listos para auditorías y que el cumplimiento de los contratistas sea impecable. Los viajeros corporativos deben recordar al personal extranjero que lleve consigo prueba de su estatus migratorio al desplazarse por la región; en operativos anteriores se han producido detenciones erróneas de titulares de visas.
Los departamentos de policía locales se están reuniendo esta semana con los equipos federales para planificar el control del tráfico y la coordinación en materia de seguridad pública. Las autoridades de Luisiana y Misisipi aún no han emitido comentarios, pero los empleadores de los sectores hotelero y petroquímico —ambos grandes usuarios de mano de obra H-2B y TN— se preparan para posibles interrupciones.
Esta operación forma parte del cambio estratégico de la administración Trump, que pasa de un enfoque centrado en la frontera a acciones de control en el interior del país. En oleadas anteriores este año, agentes fueron enviados a Los Ángeles, Chicago y Charlotte; se informa que la próxima ciudad será Nueva York. Funcionarios del DHS aseguran que estos despliegues son operativos rutinarios de aplicación de la ley, pero grupos defensores de inmigrantes advierten sobre redadas en lugares de trabajo y alteraciones en las comunidades durante la ajetreada temporada navideña.
Para los empleadores, el mensaje es claro: deben asegurarse de que los registros del Formulario I-9 estén listos para auditorías y que el cumplimiento de los contratistas sea impecable. Los viajeros corporativos deben recordar al personal extranjero que lleve consigo prueba de su estatus migratorio al desplazarse por la región; en operativos anteriores se han producido detenciones erróneas de titulares de visas.
Los departamentos de policía locales se están reuniendo esta semana con los equipos federales para planificar el control del tráfico y la coordinación en materia de seguridad pública. Las autoridades de Luisiana y Misisipi aún no han emitido comentarios, pero los empleadores de los sectores hotelero y petroquímico —ambos grandes usuarios de mano de obra H-2B y TN— se preparan para posibles interrupciones.
