
Hermes Airports, operador de los dos aeropuertos internacionales de Chipre, confirmó a última hora del 19 de noviembre que la huelga general de tres horas prevista para mañana (de 11:00 a 14:00) afectará al menos a 54 vuelos programados: 38 en Lárnaca y 16 en Pafos. La protesta ha sido convocada por los principales sindicatos del sector público y privado de la isla para exigir la reinstauración del mecanismo automático de ajuste tarifario (ATA) vinculado al coste de vida, suspendido durante la crisis financiera de 2013-2015.
Aunque la huelga es breve, su horario coincide con un pico de salidas de viajeros de negocios y turistas procedentes de Europa y Oriente Medio. Hermes estima que más de 15.000 pasajeros se verán afectados. Las aerolíneas ya han comenzado a cancelar vuelos preventivamente: Jazeera Airways (Kuwait), Qatar Airways (Doha) y Emirates (Dubai–Lárnaca–Malta) han anulado vuelos de ida y vuelta, mientras que varias compañías europeas están reprogramando sus vuelos para llegar antes o salir después de la huelga. Las empresas de asistencia en tierra han acordado reforzar el personal a partir de las 14:00 para minimizar retrasos, pero se recomienda a los viajeros prepararse para colas en facturación, seguridad e inmigración hasta entrada la tarde.
Para los responsables de movilidad corporativa, esta interrupción recuerda que Chipre, a pesar de contar con aeropuertos eficientes, sigue siendo vulnerable a paros nacionales debido a la ausencia de alternativas prácticas como trenes o ferris de larga distancia. Las empresas con sedes regionales en Nicosia, Limassol y Lárnaca aconsejan a sus empleados y ejecutivos visitantes seguir las aplicaciones de las aerolíneas, tener a mano las tarjetas de embarque digitales y prever tiempo extra en los controles fronterizos una vez finalizada la huelga.
Los envíos críticos para negocios que dependen de la capacidad de carga en bodega —muestras farmacéuticas, electrónica just-in-time y paquetes de comercio electrónico— también sufrirán retrasos. Los transitarios han informado a medios locales que están desviando envíos urgentes vía Atenas e Estambul, aunque advierten que los costes de manipulación aumentarán. Las consultoras de riesgos de viaje califican la huelga como un “riesgo de seguridad bajo a moderado”, pero recomiendan evitar las grandes manifestaciones previstas frente al parlamento en Nicosia.
Esta huelga es la primera prueba para la recién nombrada ministra de Trabajo, Marianna Charalambous, quien ha prometido presentar propuestas de reforma del ATA antes de fin de año. Si las negociaciones fracasan, los sindicatos han amenazado con paros rotativos de 24 horas en diciembre, justo en plena temporada alta de vacaciones de invierno en Chipre, lo que aumentaría la presión sobre las aerolíneas y la economía turística de la isla.
Aunque la huelga es breve, su horario coincide con un pico de salidas de viajeros de negocios y turistas procedentes de Europa y Oriente Medio. Hermes estima que más de 15.000 pasajeros se verán afectados. Las aerolíneas ya han comenzado a cancelar vuelos preventivamente: Jazeera Airways (Kuwait), Qatar Airways (Doha) y Emirates (Dubai–Lárnaca–Malta) han anulado vuelos de ida y vuelta, mientras que varias compañías europeas están reprogramando sus vuelos para llegar antes o salir después de la huelga. Las empresas de asistencia en tierra han acordado reforzar el personal a partir de las 14:00 para minimizar retrasos, pero se recomienda a los viajeros prepararse para colas en facturación, seguridad e inmigración hasta entrada la tarde.
Para los responsables de movilidad corporativa, esta interrupción recuerda que Chipre, a pesar de contar con aeropuertos eficientes, sigue siendo vulnerable a paros nacionales debido a la ausencia de alternativas prácticas como trenes o ferris de larga distancia. Las empresas con sedes regionales en Nicosia, Limassol y Lárnaca aconsejan a sus empleados y ejecutivos visitantes seguir las aplicaciones de las aerolíneas, tener a mano las tarjetas de embarque digitales y prever tiempo extra en los controles fronterizos una vez finalizada la huelga.
Los envíos críticos para negocios que dependen de la capacidad de carga en bodega —muestras farmacéuticas, electrónica just-in-time y paquetes de comercio electrónico— también sufrirán retrasos. Los transitarios han informado a medios locales que están desviando envíos urgentes vía Atenas e Estambul, aunque advierten que los costes de manipulación aumentarán. Las consultoras de riesgos de viaje califican la huelga como un “riesgo de seguridad bajo a moderado”, pero recomiendan evitar las grandes manifestaciones previstas frente al parlamento en Nicosia.
Esta huelga es la primera prueba para la recién nombrada ministra de Trabajo, Marianna Charalambous, quien ha prometido presentar propuestas de reforma del ATA antes de fin de año. Si las negociaciones fracasan, los sindicatos han amenazado con paros rotativos de 24 horas en diciembre, justo en plena temporada alta de vacaciones de invierno en Chipre, lo que aumentaría la presión sobre las aerolíneas y la economía turística de la isla.







