
Tianjin Airlines reanudó su vuelo directo Chongqing-Moscú el 19 de noviembre, restaurando un puente aéreo estratégico entre el corazón manufacturero del oeste de China y Rusia tras una suspensión de tres años. El servicio semanal con Airbus A330 sale de Chongqing Jiangbei a las 10:55 a.m. hora de Pekín y aterriza en Moscú Sheremetyevo a las 2:55 p.m. hora local, con el vuelo de regreso llegando a Chongqing a primera hora del miércoles.
Esta ruta complementa las frecuencias existentes en Pekín, Shanghái y Guangzhou operadas por aerolíneas chinas y rusas, pero es la primera conexión de largo recorrido para pasajeros desde Chongqing tras los recortes por la pandemia. Las autoridades locales celebraron la reactivación como vital para la logística de la Iniciativa de la Franja y la Ruta: Chongqing alberga importantes exportadores de automóviles y electrónica que han enfrentado tarifas aéreas elevadas y rutas indirectas vía Pekín.
Se espera que el volumen de pasajeros sea modesto al principio —el turismo ruso hacia China está al 52% de los niveles de 2019—, pero las reservas anticipadas para la feria comercial de electrónica en enero ya superan el 70% de ocupación, según la aerolínea. Tianjin Airlines planea aumentar la frecuencia a dos vuelos semanales a partir de marzo de 2026, dependiendo de la demanda.
Los viajeros de negocios deben tener en cuenta que los ciudadanos rusos aún necesitan visa para entrar a China, aunque los tiempos de trámite en Moscú se han reducido a cinco días hábiles. Por su parte, los ciudadanos chinos cuentan con el e-visa ruso para estancias de hasta 16 días, introducido a principios de este año. Las empresas con operaciones en Chongqing podrían encontrar este vuelo directo más eficiente en tiempo que conectar vía Pekín, ahorrando al menos cuatro horas en itinerarios puerta a puerta.
Los analistas consideran este vuelo como otro indicio de la gradual normalización de los enlaces aéreos sino-rusos a pesar de las sanciones occidentales, y una señal de que ciudades chinas de segundo nivel están retomando su lugar en el mapa de la aviación intercontinental.
Esta ruta complementa las frecuencias existentes en Pekín, Shanghái y Guangzhou operadas por aerolíneas chinas y rusas, pero es la primera conexión de largo recorrido para pasajeros desde Chongqing tras los recortes por la pandemia. Las autoridades locales celebraron la reactivación como vital para la logística de la Iniciativa de la Franja y la Ruta: Chongqing alberga importantes exportadores de automóviles y electrónica que han enfrentado tarifas aéreas elevadas y rutas indirectas vía Pekín.
Se espera que el volumen de pasajeros sea modesto al principio —el turismo ruso hacia China está al 52% de los niveles de 2019—, pero las reservas anticipadas para la feria comercial de electrónica en enero ya superan el 70% de ocupación, según la aerolínea. Tianjin Airlines planea aumentar la frecuencia a dos vuelos semanales a partir de marzo de 2026, dependiendo de la demanda.
Los viajeros de negocios deben tener en cuenta que los ciudadanos rusos aún necesitan visa para entrar a China, aunque los tiempos de trámite en Moscú se han reducido a cinco días hábiles. Por su parte, los ciudadanos chinos cuentan con el e-visa ruso para estancias de hasta 16 días, introducido a principios de este año. Las empresas con operaciones en Chongqing podrían encontrar este vuelo directo más eficiente en tiempo que conectar vía Pekín, ahorrando al menos cuatro horas en itinerarios puerta a puerta.
Los analistas consideran este vuelo como otro indicio de la gradual normalización de los enlaces aéreos sino-rusos a pesar de las sanciones occidentales, y una señal de que ciudades chinas de segundo nivel están retomando su lugar en el mapa de la aviación intercontinental.











