
Las aerolíneas brasileñas y argentinas enfrentaron una nueva ola de problemas operativos el 18 de noviembre, que provocaron 16 cancelaciones y más de 200 retrasos en São Paulo, Brasília y Buenos Aires. LATAM, GOL, Flybondi y Aerolíneas Argentinas atribuyeron la situación a una combinación de escasez de tripulación, efectos secundarios del clima y aviones esperando repuestos.
En São Paulo, el aeropuerto de Guarulhos (GRU) registró un retraso promedio en salidas de 76 minutos, con tres vuelos de GOL cancelados directamente. Viracopos (Campinas) reportó colas de hasta 22 aviones para despegar tras tormentas matutinas que obligaron a control de flujo por parte del control aéreo. En Brasília, el último turno de la noche se extendió más allá de la medianoche, complicando los límites máximos de tiempo de tripulación (MCT) y forzando dos cancelaciones de LATAM.
En el Río de la Plata, los aeropuertos Aeroparque y Ezeiza registraron 97 retrasos y cuatro cancelaciones, que repercutieron en Brasil al no poder regresar los aviones a la rotación. Flybondi reconoció que una escasez de personal por cuarentena dejó disponible solo el 77% de su tripulación de cabina.
Se recomienda a los gestores de viajes corporativos revisar cuidadosamente las conexiones en el mismo día entre Brasil y Argentina y considerar un margen de 24 horas para movimientos críticos. Los agentes de carga que transportan productos perecederos o de alto valor deben verificar la disponibilidad, ya que la capacidad de aviones de fuselaje ancho fue reprogramada en lugar de cancelada, lo que genera riesgo de conexiones perdidas en rutas interlineales.
En São Paulo, el aeropuerto de Guarulhos (GRU) registró un retraso promedio en salidas de 76 minutos, con tres vuelos de GOL cancelados directamente. Viracopos (Campinas) reportó colas de hasta 22 aviones para despegar tras tormentas matutinas que obligaron a control de flujo por parte del control aéreo. En Brasília, el último turno de la noche se extendió más allá de la medianoche, complicando los límites máximos de tiempo de tripulación (MCT) y forzando dos cancelaciones de LATAM.
En el Río de la Plata, los aeropuertos Aeroparque y Ezeiza registraron 97 retrasos y cuatro cancelaciones, que repercutieron en Brasil al no poder regresar los aviones a la rotación. Flybondi reconoció que una escasez de personal por cuarentena dejó disponible solo el 77% de su tripulación de cabina.
Se recomienda a los gestores de viajes corporativos revisar cuidadosamente las conexiones en el mismo día entre Brasil y Argentina y considerar un margen de 24 horas para movimientos críticos. Los agentes de carga que transportan productos perecederos o de alto valor deben verificar la disponibilidad, ya que la capacidad de aviones de fuselaje ancho fue reprogramada en lugar de cancelada, lo que genera riesgo de conexiones perdidas en rutas interlineales.





