
El Departamento de Asuntos Internos (DHA) ha emitido una “Alerta de Integridad para Visas de Estudiante” dirigida a universidades y colegios australianos tras detectar un aumento significativo en pasaportes falsificados, estados financieros y resultados de exámenes de inglés fraudulentos en solicitudes de la Subclase 500 presentadas desde septiembre. La alerta, confirmada el 19 de noviembre por funcionarios del DHA en Canberra y reportada por el Times of India, señala casos en los que agentes proporcionaron páginas de identidad falsas para obtener Confirmaciones de Inscripción (CoEs) en instituciones del Grupo de los Ocho.
Según el marco de riesgo por nivel de evidencia (EL) de Australia, India y China están clasificadas como EL-2, lo que implica un escrutinio documental moderado. Los investigadores del DHA indican que las tendencias de fraude están aumentando más rápido en el sur de Asia; varios expedientes mostraron cartas bancarias falsificadas que declaraban saldos superiores al nuevo umbral de ahorro de AUD 29,710. Se ha advertido a las universidades que la falta de fortalecimiento en la verificación podría derivar en rechazos o cancelaciones de visas y la pérdida de su valiosa asignación de procesamiento prioritario bajo la Directiva Ministerial 111.
El momento es delicado. Canberra ya ha duplicado la tarifa para visas de estudiante en 2024, elevado los requisitos de inglés y prohibirá que titulares de visas de visitante y graduado soliciten visas desde dentro del país a partir del 1 de julio de 2025, como parte de los esfuerzos para reducir a la mitad la migración neta en dos años. Cualquier percepción de laxitud en las instituciones australianas frente al fraude podría provocar límites aún más estrictos o suspensiones específicas de proveedores.
Los agentes educativos y los equipos internos de movilidad deben auditar de inmediato sus procesos de admisión. Las mejores prácticas incluyen ahora la verificación digital de estados bancarios, cruces biométricos de identidad y entrevistas en video obligatorias para confirmar el dominio del inglés. Los proveedores que operan en mercados de alto riesgo también podrían considerar acuerdos de depósito en garantía para los pagos anticipados de matrícula, con el fin de desalentar a los solicitantes “fantasma” que buscan solo beneficios migratorios.
Para las empresas, la alerta anticipa una mayor presión en el cumplimiento normativo: los empleados patrocinados que ingresen inicialmente con visas de estudiante enfrentarán un escrutinio más riguroso, y cualquier irregularidad histórica, incluso si fue impulsada por agentes, podría poner en riesgo futuras vías para visas de trabajo calificadas o residencia permanente. Por ello, las compañías deben asegurarse de que los graduados patrocinados puedan presentar documentos académicos y financieros genuinos si se les solicita en etapas posteriores del proceso de visa.
Según el marco de riesgo por nivel de evidencia (EL) de Australia, India y China están clasificadas como EL-2, lo que implica un escrutinio documental moderado. Los investigadores del DHA indican que las tendencias de fraude están aumentando más rápido en el sur de Asia; varios expedientes mostraron cartas bancarias falsificadas que declaraban saldos superiores al nuevo umbral de ahorro de AUD 29,710. Se ha advertido a las universidades que la falta de fortalecimiento en la verificación podría derivar en rechazos o cancelaciones de visas y la pérdida de su valiosa asignación de procesamiento prioritario bajo la Directiva Ministerial 111.
El momento es delicado. Canberra ya ha duplicado la tarifa para visas de estudiante en 2024, elevado los requisitos de inglés y prohibirá que titulares de visas de visitante y graduado soliciten visas desde dentro del país a partir del 1 de julio de 2025, como parte de los esfuerzos para reducir a la mitad la migración neta en dos años. Cualquier percepción de laxitud en las instituciones australianas frente al fraude podría provocar límites aún más estrictos o suspensiones específicas de proveedores.
Los agentes educativos y los equipos internos de movilidad deben auditar de inmediato sus procesos de admisión. Las mejores prácticas incluyen ahora la verificación digital de estados bancarios, cruces biométricos de identidad y entrevistas en video obligatorias para confirmar el dominio del inglés. Los proveedores que operan en mercados de alto riesgo también podrían considerar acuerdos de depósito en garantía para los pagos anticipados de matrícula, con el fin de desalentar a los solicitantes “fantasma” que buscan solo beneficios migratorios.
Para las empresas, la alerta anticipa una mayor presión en el cumplimiento normativo: los empleados patrocinados que ingresen inicialmente con visas de estudiante enfrentarán un escrutinio más riguroso, y cualquier irregularidad histórica, incluso si fue impulsada por agentes, podría poner en riesgo futuras vías para visas de trabajo calificadas o residencia permanente. Por ello, las compañías deben asegurarse de que los graduados patrocinados puedan presentar documentos académicos y financieros genuinos si se les solicita en etapas posteriores del proceso de visa.








