
La Dirección General de Residencia y Asuntos de Extranjeros de Dubái (GDRFA) y Awqaf Dubái han lanzado una nueva categoría de Visa Dorada que otorga residencia renovable por 10 años a quienes realicen donaciones calificadas a proyectos de dotación islámica (Waqf). Esta iniciativa pone en marcha la vía de "Apoyo Financiero al Trabajo Humanitario" creada por la Resolución del Gabinete 65 de 2022, que hasta ahora no se había activado.
Los solicitantes elegibles deben comprometer una donación aprobada por el gobierno, obtener una carta de nominación de Awqaf Dubái u otro organismo autorizado, y presentar la solicitud a través del portal de servicios inteligentes de la GDRFA. A diferencia de las visas para inversionistas, no se exige un salario mínimo ni propiedad, lo que amplía el acceso a filántropos y familias de la diáspora que desean establecerse en los EAU.
Para los empleadores, esta política podría acelerar la residencia a largo plazo para ejecutivos cuyas fundaciones familiares apoyan programas sociales. Los asesores migratorios prevén una alta demanda de individuos con alto poder adquisitivo en el CCG, Asia del Sur y Malasia, quienes ya financian iniciativas benéficas regionales.
Esta nueva modalidad complementa las rutas existentes de Visa Dorada para inversionistas, científicos y profesionales destacados, que en conjunto habían atraído a más de 160,000 beneficiarios a mediados de 2025. Las autoridades presentan esta vía humanitaria como un alineamiento de los privilegios de residencia con los objetivos de poder blando de los EAU y el legado del Año de la Sostenibilidad.
Los solicitantes deben pasar los controles estándar de seguridad y antecedentes, y mantener sus compromisos filantrópicos para conservar el estatus al momento de la renovación.
Los solicitantes elegibles deben comprometer una donación aprobada por el gobierno, obtener una carta de nominación de Awqaf Dubái u otro organismo autorizado, y presentar la solicitud a través del portal de servicios inteligentes de la GDRFA. A diferencia de las visas para inversionistas, no se exige un salario mínimo ni propiedad, lo que amplía el acceso a filántropos y familias de la diáspora que desean establecerse en los EAU.
Para los empleadores, esta política podría acelerar la residencia a largo plazo para ejecutivos cuyas fundaciones familiares apoyan programas sociales. Los asesores migratorios prevén una alta demanda de individuos con alto poder adquisitivo en el CCG, Asia del Sur y Malasia, quienes ya financian iniciativas benéficas regionales.
Esta nueva modalidad complementa las rutas existentes de Visa Dorada para inversionistas, científicos y profesionales destacados, que en conjunto habían atraído a más de 160,000 beneficiarios a mediados de 2025. Las autoridades presentan esta vía humanitaria como un alineamiento de los privilegios de residencia con los objetivos de poder blando de los EAU y el legado del Año de la Sostenibilidad.
Los solicitantes deben pasar los controles estándar de seguridad y antecedentes, y mantener sus compromisos filantrópicos para conservar el estatus al momento de la renovación.










