
El recién elegido líder turcochipriota, Tufan Erhurman, y el presidente grecochipriota Nikos Christodoulides se reunirán el 20 de noviembre en la residencia del enviado de la ONU en Nicosia, en su primer encuentro desde la contundente victoria de Erhurman el 19 de octubre. Aunque se presenta como una sesión introductoria, los diplomáticos aseguran que la agenda inevitablemente abordará medidas prácticas para mejorar el movimiento de personas y mercancías a través de la Línea Verde, bajo supervisión de la ONU.
Los grupos empresariales intercomunitarios llevan tiempo reclamando una ampliación del horario de apertura de los puntos de control, agilización de las inspecciones aduaneras y reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales. Según la Cámara de Comercio e Industria de Chipre, los comerciantes pierden hasta 8 millones de euros anuales en tiempo muerto y trámites al trasladar mercancías entre el norte y el sur.
Si los líderes acuerdan medidas para generar confianza —como digitalizar el pase de la Línea Verde o establecer un nuevo paso vehicular en Nicosia—, las multinacionales con personal en ambos lados de la isla se beneficiarían de inmediato. Los departamentos de recursos humanos actualmente gestionan dos conjuntos de normas de residencia y permisos de desplazamiento para empleados móviles; cualquier flexibilización podría simplificar las asignaciones y reducir costes de cumplimiento.
Sin embargo, los observadores advierten que las negociaciones políticas se han estancado en numerosas ocasiones. Por ello, los responsables de movilidad deberían considerar cualquier facilitación a corto plazo como un avance incremental y no transformador. Aun así, la imagen de este encuentro temprano indica que ambas partes quieren mostrar avances antes de que Chipre asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la UE en enero, cuando Bruselas estará muy atenta.
Los grupos empresariales intercomunitarios llevan tiempo reclamando una ampliación del horario de apertura de los puntos de control, agilización de las inspecciones aduaneras y reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales. Según la Cámara de Comercio e Industria de Chipre, los comerciantes pierden hasta 8 millones de euros anuales en tiempo muerto y trámites al trasladar mercancías entre el norte y el sur.
Si los líderes acuerdan medidas para generar confianza —como digitalizar el pase de la Línea Verde o establecer un nuevo paso vehicular en Nicosia—, las multinacionales con personal en ambos lados de la isla se beneficiarían de inmediato. Los departamentos de recursos humanos actualmente gestionan dos conjuntos de normas de residencia y permisos de desplazamiento para empleados móviles; cualquier flexibilización podría simplificar las asignaciones y reducir costes de cumplimiento.
Sin embargo, los observadores advierten que las negociaciones políticas se han estancado en numerosas ocasiones. Por ello, los responsables de movilidad deberían considerar cualquier facilitación a corto plazo como un avance incremental y no transformador. Aun así, la imagen de este encuentro temprano indica que ambas partes quieren mostrar avances antes de que Chipre asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la UE en enero, cuando Bruselas estará muy atenta.









