
Bruselas ha dado luz verde definitiva a una importante reforma del mecanismo de suspensión sin visado de la UE, la herramienta legal que permite a los países del espacio Schengen reimponer temporalmente visados a nacionales de terceros países que abusan del régimen sin visado. El reglamento, aprobado por los ministros del Interior de la UE el 17 de noviembre de 2025, reduce el umbral estadístico para la suspensión, pasando de un aumento del 50 % a un 30 % en estancias ilegales, solicitudes de asilo o delitos graves, e incorpora nuevos motivos como los programas de ciudadanía por inversión y las amenazas híbridas. El periodo inicial de suspensión se amplía a 12 meses, con una posible prórroga de 24 meses destinada a presionar a los estados incumplidores antes de restablecer los visados de forma permanente.
Para Austria —donde más del 70 % de los visitantes de corta estancia provienen de países exentos de visado— esta actualización no es un asunto teórico. Si un país socio incumple repentinamente los criterios más estrictos, el aeropuerto de Viena-Schwechat tendrá que pasar de sellar pasaportes a emitir visados a la llegada o incluso denegar la entrada a los viajeros. El Ministerio del Interior ya ha solicitado a la operadora aeroportuaria Flughafen Wien AG y a la Agencia Austriaca de Negocios (ABA) que planifiquen contingencias de personal para los puestos de control fronterizo y los carriles rápidos corporativos.
Los abogados especializados en inmigración empresarial advierten que el cambio aumenta la presión en la diligencia debida para las multinacionales austriacas que dependen de viajes de última hora desde filiales en América Latina, los Balcanes Occidentales o el Golfo. “Las evaluaciones de riesgo ya no pueden asumir que los privilegios de exención de visado se mantendrán durante toda la vida de un proyecto”, señala la doctora Elisabeth Wimmer, de Wolf Theiss. Se recomienda a los gestores de viajes corporativos que identifiquen contratos que dependan de visitas urgentes de socios sin visado y que preparen con antelación cartas de invitación para un posible proceso de visado de emergencia.
El reglamento entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE, por lo que se espera que sea a mediados de diciembre. Se prevé que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Austria publique poco después las directrices de aplicación. Los expertos aconsejan que los equipos de recursos humanos revisen ya sus herramientas de planificación de asignaciones, prestando especial atención a jurisdicciones de pasaportes dorados y mercados de mayor riesgo como Georgia y Serbia, ambos bajo escrutinio de la Comisión en los últimos años.
Si Bruselas decide activar el mecanismo, las misiones austriacas en el extranjero podrían enfrentarse a un aumento repentino de la demanda de visados no visto desde la pandemia. La sección consular del Ministerio de Asuntos Exteriores informó al subcomité parlamentario de asuntos presupuestarios que puede activar una reserva de 30 personas en 48 horas, pero advirtió que “el apoyo del sector privado para la traducción de documentos, el seguro de salud para viajes y la inscripción biométrica” también será crucial. En definitiva, las nuevas normas endurecen el cumplimiento tanto para empresas como para viajeros, anticipando una era más condicionada para el régimen de exención de visados en Europa.
Para Austria —donde más del 70 % de los visitantes de corta estancia provienen de países exentos de visado— esta actualización no es un asunto teórico. Si un país socio incumple repentinamente los criterios más estrictos, el aeropuerto de Viena-Schwechat tendrá que pasar de sellar pasaportes a emitir visados a la llegada o incluso denegar la entrada a los viajeros. El Ministerio del Interior ya ha solicitado a la operadora aeroportuaria Flughafen Wien AG y a la Agencia Austriaca de Negocios (ABA) que planifiquen contingencias de personal para los puestos de control fronterizo y los carriles rápidos corporativos.
Los abogados especializados en inmigración empresarial advierten que el cambio aumenta la presión en la diligencia debida para las multinacionales austriacas que dependen de viajes de última hora desde filiales en América Latina, los Balcanes Occidentales o el Golfo. “Las evaluaciones de riesgo ya no pueden asumir que los privilegios de exención de visado se mantendrán durante toda la vida de un proyecto”, señala la doctora Elisabeth Wimmer, de Wolf Theiss. Se recomienda a los gestores de viajes corporativos que identifiquen contratos que dependan de visitas urgentes de socios sin visado y que preparen con antelación cartas de invitación para un posible proceso de visado de emergencia.
El reglamento entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE, por lo que se espera que sea a mediados de diciembre. Se prevé que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Austria publique poco después las directrices de aplicación. Los expertos aconsejan que los equipos de recursos humanos revisen ya sus herramientas de planificación de asignaciones, prestando especial atención a jurisdicciones de pasaportes dorados y mercados de mayor riesgo como Georgia y Serbia, ambos bajo escrutinio de la Comisión en los últimos años.
Si Bruselas decide activar el mecanismo, las misiones austriacas en el extranjero podrían enfrentarse a un aumento repentino de la demanda de visados no visto desde la pandemia. La sección consular del Ministerio de Asuntos Exteriores informó al subcomité parlamentario de asuntos presupuestarios que puede activar una reserva de 30 personas en 48 horas, pero advirtió que “el apoyo del sector privado para la traducción de documentos, el seguro de salud para viajes y la inscripción biométrica” también será crucial. En definitiva, las nuevas normas endurecen el cumplimiento tanto para empresas como para viajeros, anticipando una era más condicionada para el régimen de exención de visados en Europa.









