
El Departamento de Asuntos Internos ha activado discretamente la Directiva Ministerial 115 (DM 115), que redefine la forma en que se clasifican todos los expedientes de visas de estudiante Subclase 500 presentados desde el extranjero. Anunciada en Canberra el 17 de noviembre, esta directiva aplica a las solicitudes presentadas a partir del 14 de noviembre de 2025 y reemplaza a la DM 111, vigente desde hace un año.
Bajo el nuevo modelo de semáforo, los oficiales de visas clasifican los expedientes en tres “carriles” según el grado de cumplimiento de cada universidad, colegio o proveedor de formación técnica y profesional (VET) con su cuota nacional de nuevos estudiantes internacionales (Nivel Nacional de Planificación, NPL). Los proveedores que estén por debajo del 80% de su cuota mantienen prioridad de trámite rápido (1 a 4 semanas); los que estén entre el 80% y el 115% pasan a un carril estándar (5 a 8 semanas); y los que superen el 115% entran en un carril lento, con tiempos que pueden superar los tres meses.
¿Por qué este cambio? Los estudiantes internacionales representaron aproximadamente un tercio del aumento neto de migración extranjera en Australia durante 2024-25. Con elecciones federales previstas para el próximo año, el Gobierno busca un control más estricto sin imponer un límite absoluto. La DM 115 permite a las autoridades ajustar el ritmo de procesamiento de forma inmediata, simplemente moviendo a los proveedores entre los diferentes carriles.
Las implicaciones prácticas son inmediatas. Los agentes advierten que los estudiantes que planean comenzar cursos en febrero de 2026 deben presentar sus solicitudes cuanto antes para evitar quedar atrapados detrás de cohortes institucionales con trámites más lentos. Las universidades que atraen mercados de alta reputación y bajo riesgo, como Singapur o Suecia, ahora cuentan con un argumento adicional para captar estudiantes, mientras que los proveedores con antecedentes dudosos en cumplimiento podrían ver una disminución en sus solicitudes.
Para los responsables de movilidad corporativa, el mensaje es claro: los estudiantes dependientes de empleados (por ejemplo, hijos de asignados internacionales) deben optar por instituciones de bajo riesgo para evitar retrasos en las fechas de inicio. Las empresas que financian programas ejecutivos de MBA también deberán confirmar si las escuelas asociadas están en el carril rápido o lento antes de emitir cartas de asistencia educativa.
Bajo el nuevo modelo de semáforo, los oficiales de visas clasifican los expedientes en tres “carriles” según el grado de cumplimiento de cada universidad, colegio o proveedor de formación técnica y profesional (VET) con su cuota nacional de nuevos estudiantes internacionales (Nivel Nacional de Planificación, NPL). Los proveedores que estén por debajo del 80% de su cuota mantienen prioridad de trámite rápido (1 a 4 semanas); los que estén entre el 80% y el 115% pasan a un carril estándar (5 a 8 semanas); y los que superen el 115% entran en un carril lento, con tiempos que pueden superar los tres meses.
¿Por qué este cambio? Los estudiantes internacionales representaron aproximadamente un tercio del aumento neto de migración extranjera en Australia durante 2024-25. Con elecciones federales previstas para el próximo año, el Gobierno busca un control más estricto sin imponer un límite absoluto. La DM 115 permite a las autoridades ajustar el ritmo de procesamiento de forma inmediata, simplemente moviendo a los proveedores entre los diferentes carriles.
Las implicaciones prácticas son inmediatas. Los agentes advierten que los estudiantes que planean comenzar cursos en febrero de 2026 deben presentar sus solicitudes cuanto antes para evitar quedar atrapados detrás de cohortes institucionales con trámites más lentos. Las universidades que atraen mercados de alta reputación y bajo riesgo, como Singapur o Suecia, ahora cuentan con un argumento adicional para captar estudiantes, mientras que los proveedores con antecedentes dudosos en cumplimiento podrían ver una disminución en sus solicitudes.
Para los responsables de movilidad corporativa, el mensaje es claro: los estudiantes dependientes de empleados (por ejemplo, hijos de asignados internacionales) deben optar por instituciones de bajo riesgo para evitar retrasos en las fechas de inicio. Las empresas que financian programas ejecutivos de MBA también deberán confirmar si las escuelas asociadas están en el carril rápido o lento antes de emitir cartas de asistencia educativa.








