
La aerolínea irlandesa de bajo costo Ryanair anunció el 16 de noviembre que su beneficio trimestral antes de impuestos se disparó a 1.960 millones de euros, un aumento del 40 % respecto al mismo periodo del año pasado, impulsado principalmente por un auge en el tráfico europeo de corta distancia. El factor de ocupación alcanzó el 96 % y las tarifas promedio subieron un 7 % hasta los 65 euros, reflejando una demanda sólida para viajes dentro de la UE, mientras que el tráfico transatlántico sigue rezagado.
Los analistas señalan la preferencia de los viajeros por vacaciones de “near-shoring” ante los desafíos económicos y la persistente percepción de complicaciones para entrar a EE. UU. (revisión ESTA, filas más largas en inmigración). La red punto a punto de Ryanair está perfectamente posicionada para captar esa demanda, reforzando el papel de Irlanda como centro de servicios de aviación y manteniendo fluidos los vínculos de viajes de negocios en todo el continente.
Para los programas de movilidad corporativa, las cifras sugieren disponibilidad continua de asientos —y posiblemente precios más altos— en las rutas europeas clave usadas para asignaciones a corto plazo en Irlanda. Los equipos de RR. HH. que planifiquen viajes para 2026 deberían considerar la inflación en tarifas y estrategias de compra anticipada, especialmente en los corredores centrados en Dublín hacia los clústeres tecnológicos de España, Portugal y Alemania.
El CEO de Ryanair, Michael O’Leary, reiteró los planes de aumentar la capacidad en un 10 % el próximo verano, sujeto a la entrega de más aviones Boeing 737-MAX-10. La aerolínea también confirmó que mantiene conversaciones con el Aeropuerto de Dublín para elevar el límite de capacidad de asientos, una medida que, de aprobarse, podría aliviar la presión sobre los horarios punta, cruciales para los ejecutivos que viajan diariamente.
Más allá de las tarifas aéreas, los resultados de Ryanair tienen una relevancia política más amplia: el éxito de la aerolínea subraya la importancia de una movilidad intra-UE sin fricciones. Cualquier futura medida irlandesa para endurecer los controles fronterizos —aunque sea temporalmente— podría afectar la conectividad y erosionar una de las ventajas clave que actualmente sostiene el atractivo de Irlanda para empleadores multinacionales.
Los analistas señalan la preferencia de los viajeros por vacaciones de “near-shoring” ante los desafíos económicos y la persistente percepción de complicaciones para entrar a EE. UU. (revisión ESTA, filas más largas en inmigración). La red punto a punto de Ryanair está perfectamente posicionada para captar esa demanda, reforzando el papel de Irlanda como centro de servicios de aviación y manteniendo fluidos los vínculos de viajes de negocios en todo el continente.
Para los programas de movilidad corporativa, las cifras sugieren disponibilidad continua de asientos —y posiblemente precios más altos— en las rutas europeas clave usadas para asignaciones a corto plazo en Irlanda. Los equipos de RR. HH. que planifiquen viajes para 2026 deberían considerar la inflación en tarifas y estrategias de compra anticipada, especialmente en los corredores centrados en Dublín hacia los clústeres tecnológicos de España, Portugal y Alemania.
El CEO de Ryanair, Michael O’Leary, reiteró los planes de aumentar la capacidad en un 10 % el próximo verano, sujeto a la entrega de más aviones Boeing 737-MAX-10. La aerolínea también confirmó que mantiene conversaciones con el Aeropuerto de Dublín para elevar el límite de capacidad de asientos, una medida que, de aprobarse, podría aliviar la presión sobre los horarios punta, cruciales para los ejecutivos que viajan diariamente.
Más allá de las tarifas aéreas, los resultados de Ryanair tienen una relevancia política más amplia: el éxito de la aerolínea subraya la importancia de una movilidad intra-UE sin fricciones. Cualquier futura medida irlandesa para endurecer los controles fronterizos —aunque sea temporalmente— podría afectar la conectividad y erosionar una de las ventajas clave que actualmente sostiene el atractivo de Irlanda para empleadores multinacionales.






