
Los viajeros de negocios tuvieron un inicio complicado del fin de semana el sábado 15 de noviembre, debido a la combinación de niebla helada, escasez de equipos para deshielo y un aumento en las bajas por gripe, que afectaron las operaciones en los seis aeropuertos más grandes de Alemania. Datos recopilados por la firma de análisis aeronáutico Cirium y citados por VisaHQ muestran 41 vuelos cancelados y casi 860 retrasos, siendo Frankfurt y Múnich los más afectados.
Lufthansa fue la más perjudicada, cancelando 18 vuelos en Frankfurt, incluyendo dos rutas transatlánticas, y advirtiendo a los pasajeros que esperaran repercusiones durante el domingo. Hamburgo, Düsseldorf, Berlín Brandeburgo y Stuttgart también reportaron retrasos significativos, lo que llevó a las aerolíneas a eliminar las tarifas por cambios y a reubicar pasajeros en servicios ferroviarios cuando fue posible.
Los contratistas de manejo en tierra informaron a medios locales que la tasa de enfermedad del personal había subido al 18%, dejando pocas tripulaciones para hacer frente a la repentina demanda de deshielo. Los aeropuertos aseguran que tienen planes de contingencia para la temporada alta de diciembre, pero los sindicatos advierten que la falta crónica de personal, agravada por los lentos procesos de autorización de seguridad, puede convertir cualquier evento climático en un caos generalizado.
Para los equipos de movilidad corporativa, este episodio subraya la fragilidad del ecosistema aeronáutico alemán a pesar de los volúmenes récord de pasajeros este año. Se recomienda a las empresas ampliar los márgenes en los horarios, reprogramar proactivamente a los viajeros críticos y asegurar que el seguimiento de la responsabilidad de cuidado incluya alternativas ferroviarias cuando se cancelen vuelos nacionales. Las normas europeas de derechos de los pasajeros aéreos obligan a las aerolíneas a ofrecer atención y compensación, pero los reclamos pueden tardar semanas en procesarse.
El Ministerio de Transporte alemán está monitoreando la situación y ha instado a los aeropuertos a acelerar las mejoras para la resistencia invernal. Queda por ver si esto será suficiente para evitar una repetición durante la temporada navideña.
Lufthansa fue la más perjudicada, cancelando 18 vuelos en Frankfurt, incluyendo dos rutas transatlánticas, y advirtiendo a los pasajeros que esperaran repercusiones durante el domingo. Hamburgo, Düsseldorf, Berlín Brandeburgo y Stuttgart también reportaron retrasos significativos, lo que llevó a las aerolíneas a eliminar las tarifas por cambios y a reubicar pasajeros en servicios ferroviarios cuando fue posible.
Los contratistas de manejo en tierra informaron a medios locales que la tasa de enfermedad del personal había subido al 18%, dejando pocas tripulaciones para hacer frente a la repentina demanda de deshielo. Los aeropuertos aseguran que tienen planes de contingencia para la temporada alta de diciembre, pero los sindicatos advierten que la falta crónica de personal, agravada por los lentos procesos de autorización de seguridad, puede convertir cualquier evento climático en un caos generalizado.
Para los equipos de movilidad corporativa, este episodio subraya la fragilidad del ecosistema aeronáutico alemán a pesar de los volúmenes récord de pasajeros este año. Se recomienda a las empresas ampliar los márgenes en los horarios, reprogramar proactivamente a los viajeros críticos y asegurar que el seguimiento de la responsabilidad de cuidado incluya alternativas ferroviarias cuando se cancelen vuelos nacionales. Las normas europeas de derechos de los pasajeros aéreos obligan a las aerolíneas a ofrecer atención y compensación, pero los reclamos pueden tardar semanas en procesarse.
El Ministerio de Transporte alemán está monitoreando la situación y ha instado a los aeropuertos a acelerar las mejoras para la resistencia invernal. Queda por ver si esto será suficiente para evitar una repetición durante la temporada navideña.









