
Los ministros del Interior de Berlín y París han presentado conjuntamente un ‘non-paper’ de 15 páginas al Consejo de Justicia y Asuntos Internos de la UE, proponiendo la primera gran reforma del Código de Visados de Schengen en una década. El documento, filtrado al medio especializado Global Mobility News el 15 de noviembre, advierte que las tasas de permanencia irregular podrían dispararse una vez que el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) comience a controlar a los viajeros exentos de visado a finales de 2026, a menos que se impongan restricciones paralelas a los nacionales que sí requieren visado.
Las propuestas clave incluyen reducir la validez de los visados C de entradas múltiples para solicitantes de países con altas tasas de estancia ilegal, introducir la obligación de presentar datos biométricos en persona cada 24 meses hasta que el nuevo Sistema de Entrada/Salida esté completamente operativo, y añadir un recargo de seguridad de 15 € para financiar la tecnología de gestión fronteriza de la UE. Si otros Estados miembros lo respaldan el 25 de noviembre, se solicitará a la Comisión Europea que redacte las modificaciones legales para su adopción a principios de 2026.
Para las multinacionales alemanas, el impacto más inmediato será el aumento de los tiempos de tramitación y los costes al invitar a clientes, becarios o proveedores que necesiten visados Schengen. Las secciones consulares, ya afectadas por la escasez de personal, advierten que duplicar la frecuencia de la toma de datos biométricos podría reducir a la mitad la capacidad de citas. Los asesores de movilidad instan a las empresas a identificar los perfiles de visitantes con antelación y a explorar alternativas de reuniones remotas cuando sea posible.
La iniciativa franco-alemana también refleja un clima político más duro en ambos países antes de la puesta en marcha de las fronteras digitales de la UE. Las autoridades alemanas subrayan que los cambios son “basados en el riesgo” y no proteccionistas, pero las ONG temen que estas medidas puedan consolidar un régimen de movilidad de dos velocidades. Por su parte, las aerolíneas y proveedores de tecnología para viajes están preocupados por la sincronización de los sistemas de control de salida aérea con la base de datos de visados en evolución, mientras aún se adaptan a ETIAS.
Los responsables de viajes corporativos deben seguir de cerca el debate en el Consejo. Si el plan se mantiene intacto, las nuevas normas del código de visados podrían entrar en vigor a mediados de 2026, apenas unos meses antes de que ETIAS sea obligatorio, generando un doble desafío de cumplimiento para las plantillas globalmente móviles.
Las propuestas clave incluyen reducir la validez de los visados C de entradas múltiples para solicitantes de países con altas tasas de estancia ilegal, introducir la obligación de presentar datos biométricos en persona cada 24 meses hasta que el nuevo Sistema de Entrada/Salida esté completamente operativo, y añadir un recargo de seguridad de 15 € para financiar la tecnología de gestión fronteriza de la UE. Si otros Estados miembros lo respaldan el 25 de noviembre, se solicitará a la Comisión Europea que redacte las modificaciones legales para su adopción a principios de 2026.
Para las multinacionales alemanas, el impacto más inmediato será el aumento de los tiempos de tramitación y los costes al invitar a clientes, becarios o proveedores que necesiten visados Schengen. Las secciones consulares, ya afectadas por la escasez de personal, advierten que duplicar la frecuencia de la toma de datos biométricos podría reducir a la mitad la capacidad de citas. Los asesores de movilidad instan a las empresas a identificar los perfiles de visitantes con antelación y a explorar alternativas de reuniones remotas cuando sea posible.
La iniciativa franco-alemana también refleja un clima político más duro en ambos países antes de la puesta en marcha de las fronteras digitales de la UE. Las autoridades alemanas subrayan que los cambios son “basados en el riesgo” y no proteccionistas, pero las ONG temen que estas medidas puedan consolidar un régimen de movilidad de dos velocidades. Por su parte, las aerolíneas y proveedores de tecnología para viajes están preocupados por la sincronización de los sistemas de control de salida aérea con la base de datos de visados en evolución, mientras aún se adaptan a ETIAS.
Los responsables de viajes corporativos deben seguir de cerca el debate en el Consejo. Si el plan se mantiene intacto, las nuevas normas del código de visados podrían entrar en vigor a mediados de 2026, apenas unos meses antes de que ETIAS sea obligatorio, generando un doble desafío de cumplimiento para las plantillas globalmente móviles.









