
El regulador de aviación civil de Brasil, ANAC, publicó la Portaria 18.249/2025 a última hora del 14 de noviembre, autorizando a la aerolínea canadiense de ocio Air Transat a operar vuelos regulares de pasajeros y carga hacia y desde Brasil. Esta aprobación llega tras la finalización de auditorías de seguridad por parte de la aerolínea y demuestra el cumplimiento de las estrictas normas de solvencia económica de Brasil.
Air Transat ya puede presentar horarios, solicitar franjas horarias en aeropuertos y negociar contratos de handling, abriendo la puerta a posibles servicios desde Montreal o Toronto hacia los principales destinos brasileños a partir de la temporada de invierno 2026. Analistas del mercado destacan que la flota de Airbus A321LR de Air Transat tiene el tamaño ideal para rutas con menor demanda, como Montreal–Recife o Toronto–Salvador, destinos populares entre los “snowbirds” canadienses y cada vez más entre ejecutivos de energías renovables y minería.
Para los viajeros brasileños que salen del país, la entrada de un operador de ocio de bajo costo podría presionar a la baja las tarifas tradicionalmente altas en vuelos transamericanos e introducir acuerdos de equipaje facturado directo con la aerolínea doméstica Azul, con la que Air Transat ya tiene acuerdos de interlínea en el Caribe.
Los gestores de viajes corporativos deberían estar atentos a productos competitivos en clase ejecutiva: Air Transat ha renovado sus A330-200 con asientos Club Class reclinables tipo cama y está probando tarifas combinadas que incluyen el costo del trámite de e-Visa, un beneficio atractivo desde que Brasil reinstauró los requisitos de visa para canadienses a principios de este año.
Air Transat ya puede presentar horarios, solicitar franjas horarias en aeropuertos y negociar contratos de handling, abriendo la puerta a posibles servicios desde Montreal o Toronto hacia los principales destinos brasileños a partir de la temporada de invierno 2026. Analistas del mercado destacan que la flota de Airbus A321LR de Air Transat tiene el tamaño ideal para rutas con menor demanda, como Montreal–Recife o Toronto–Salvador, destinos populares entre los “snowbirds” canadienses y cada vez más entre ejecutivos de energías renovables y minería.
Para los viajeros brasileños que salen del país, la entrada de un operador de ocio de bajo costo podría presionar a la baja las tarifas tradicionalmente altas en vuelos transamericanos e introducir acuerdos de equipaje facturado directo con la aerolínea doméstica Azul, con la que Air Transat ya tiene acuerdos de interlínea en el Caribe.
Los gestores de viajes corporativos deberían estar atentos a productos competitivos en clase ejecutiva: Air Transat ha renovado sus A330-200 con asientos Club Class reclinables tipo cama y está probando tarifas combinadas que incluyen el costo del trámite de e-Visa, un beneficio atractivo desde que Brasil reinstauró los requisitos de visa para canadienses a principios de este año.











