
El operador de transporte público de Flandes, De Lijn, ha advertido a los viajeros que solo habrá un servicio mínimo de autobuses y tranvías del 24 al 26 de noviembre, ya que la empresa se suma a una huelga multisectorial a nivel nacional convocada por las tres principales confederaciones sindicales de Bélgica. La protesta se dirige contra el proyecto de presupuesto del gobierno federal de centro-derecha, que según los sindicatos reducirá el poder adquisitivo al aumentar la edad de jubilación, limitar la indexación salarial y recortar las prestaciones por desempleo.
Aunque la huelga es dentro de diez días, las empresas con plantillas móviles ya están tomando medidas para adaptarse. De Lijn no publicará los horarios definitivos hasta las noches del 22, 23 y 24 de noviembre, lo que deja a las multinacionales con sede en Amberes, Gante y Lovaina con poca visibilidad sobre las opciones de transporte para sus empleados y las conexiones finales hacia los aeropuertos. Los pasajeros internacionales que transiten por las estaciones de Bruselas o Amberes para llegar a los campus corporativos en Flandes podrían enfrentarse a desvíos de varias horas mediante servicios ferroviarios poco frecuentes o plataformas de transporte bajo tarifas dinámicas.
El momento es complicado para los clústeres de ciencias de la vida y semiconductores situados a lo largo del corredor de transporte Bruselas–Lovaina, donde suelen concentrarse las calificaciones de sistemas y entregas de equipos a fin de año. Los transportistas señalan que las huelgas de De Lijn suelen afectar también a las empresas subcontratadas que trasladan al personal entre hoteles y centros de producción, lo que obliga a recurrir a costosos taxis el mismo día. Por ello, los equipos de gestión de riesgos de viaje recomiendan a los empleados asignados prever un margen de medio día y conservar pruebas de las interrupciones para justificar gastos.
Según la legislación belga, los pasajeros no tienen derecho a compensación por huelgas de fuerza mayor anunciadas con al menos 24 horas de antelación. De Lijn informa que los días no usados de abonos serán abonados automáticamente, pero no se reembolsarán los billetes sencillos. El operador anima a los usuarios a consultar su aplicación de planificación de rutas la mañana del viaje, aunque la experiencia de huelgas anteriores indica que las cancelaciones de última hora continuarán durante el día conforme evolucionen las líneas de piquetes en los depósitos.
Las empresas con trabajadores desplazados deberían considerar activar protocolos de teletrabajo, reservar coches de alquiler con antelación o posponer reuniones críticas para los días 27 y 28 de noviembre, cuando se espera que los servicios se normalicen, aunque con retrasos residuales mientras se reubican vehículos y personal.
Aunque la huelga es dentro de diez días, las empresas con plantillas móviles ya están tomando medidas para adaptarse. De Lijn no publicará los horarios definitivos hasta las noches del 22, 23 y 24 de noviembre, lo que deja a las multinacionales con sede en Amberes, Gante y Lovaina con poca visibilidad sobre las opciones de transporte para sus empleados y las conexiones finales hacia los aeropuertos. Los pasajeros internacionales que transiten por las estaciones de Bruselas o Amberes para llegar a los campus corporativos en Flandes podrían enfrentarse a desvíos de varias horas mediante servicios ferroviarios poco frecuentes o plataformas de transporte bajo tarifas dinámicas.
El momento es complicado para los clústeres de ciencias de la vida y semiconductores situados a lo largo del corredor de transporte Bruselas–Lovaina, donde suelen concentrarse las calificaciones de sistemas y entregas de equipos a fin de año. Los transportistas señalan que las huelgas de De Lijn suelen afectar también a las empresas subcontratadas que trasladan al personal entre hoteles y centros de producción, lo que obliga a recurrir a costosos taxis el mismo día. Por ello, los equipos de gestión de riesgos de viaje recomiendan a los empleados asignados prever un margen de medio día y conservar pruebas de las interrupciones para justificar gastos.
Según la legislación belga, los pasajeros no tienen derecho a compensación por huelgas de fuerza mayor anunciadas con al menos 24 horas de antelación. De Lijn informa que los días no usados de abonos serán abonados automáticamente, pero no se reembolsarán los billetes sencillos. El operador anima a los usuarios a consultar su aplicación de planificación de rutas la mañana del viaje, aunque la experiencia de huelgas anteriores indica que las cancelaciones de última hora continuarán durante el día conforme evolucionen las líneas de piquetes en los depósitos.
Las empresas con trabajadores desplazados deberían considerar activar protocolos de teletrabajo, reservar coches de alquiler con antelación o posponer reuniones críticas para los días 27 y 28 de noviembre, cuando se espera que los servicios se normalicen, aunque con retrasos residuales mientras se reubican vehículos y personal.









