
La Iniciativa Global de Investigación Comercial (GTRI) ha advertido que un proyecto de ley recientemente presentado en el Senado de EE. UU., denominado Ley para Detener la Reubicación Internacional de Empleos (HIRE Act), podría afectar gravemente a la industria india de TI, BPO y Centros de Capacidades Globales (GCC) orientada a la exportación. Presentada en Washington el 13 de noviembre y difundida en India el 14 de noviembre, la legislación busca imponer un impuesto del 25 % sobre los pagos por servicios offshore.
Aproximadamente el 60 % de los ingresos del sector TI en India provienen de clientes estadounidenses. Los analistas estiman que este recargo aumentaría los costos para los compradores estadounidenses entre un 15 y 18 % al considerar el efecto cambiario, lo que podría obligar a renegociar contratos o a trasladar el trabajo de vuelta a territorio estadounidense. Grandes empresas como TCS e Infosys ya han diversificado sus centros near-shore en México y Canadá, pero siguen dependiendo en gran medida del talento especializado en India.
Desde el punto de vista de la movilidad, la ley podría limitar las asignaciones bajo la visa H-1B y las visitas cortas con visa B-1, ya que las empresas estadounidenses sopesarían la imagen política frente a los ahorros de costos. Los profesionales indios en transferencias intraempresariales podrían ver reducidos los plazos de sus proyectos si los presupuestos de los clientes disminuyen. Los equipos de recursos humanos deberían planificar escenarios para reubicar personal en mercados alternativos y considerar la expansión de centros de entrega en la UE, que actualmente no enfrentan un impuesto similar.
GTRI propone un diálogo bilateral para eximir los servicios vinculados a infraestructuras digitales críticas, argumentando que el impuesto podría perjudicar la competitividad de EE. UU. Se espera que el Ministerio de Comercio de India plantee este tema en el Foro de Política Comercial en diciembre.
Aproximadamente el 60 % de los ingresos del sector TI en India provienen de clientes estadounidenses. Los analistas estiman que este recargo aumentaría los costos para los compradores estadounidenses entre un 15 y 18 % al considerar el efecto cambiario, lo que podría obligar a renegociar contratos o a trasladar el trabajo de vuelta a territorio estadounidense. Grandes empresas como TCS e Infosys ya han diversificado sus centros near-shore en México y Canadá, pero siguen dependiendo en gran medida del talento especializado en India.
Desde el punto de vista de la movilidad, la ley podría limitar las asignaciones bajo la visa H-1B y las visitas cortas con visa B-1, ya que las empresas estadounidenses sopesarían la imagen política frente a los ahorros de costos. Los profesionales indios en transferencias intraempresariales podrían ver reducidos los plazos de sus proyectos si los presupuestos de los clientes disminuyen. Los equipos de recursos humanos deberían planificar escenarios para reubicar personal en mercados alternativos y considerar la expansión de centros de entrega en la UE, que actualmente no enfrentan un impuesto similar.
GTRI propone un diálogo bilateral para eximir los servicios vinculados a infraestructuras digitales críticas, argumentando que el impuesto podría perjudicar la competitividad de EE. UU. Se espera que el Ministerio de Comercio de India plantee este tema en el Foro de Política Comercial en diciembre.








