
Más de 120 empleados marítimos de la Fuerza Fronteriza iniciaron una huelga de 24 horas a las 07:00 GMT del 14 de noviembre, tras seis años de negociaciones fallidas sobre salarios, asignaciones y turnos. El sindicato Public and Commercial Services (PCS) señala que los miembros que tripulan las patrulleras costeras y embarcaciones de intervención rápida en el Canal de la Mancha han visto congeladas sus asignaciones desde 2017, a pesar del aumento en rescates de pequeñas embarcaciones y despliegues prolongados.
La huelga afecta a las bases marítimas de Dover, Portsmouth y Liverpool, y podría reducir el número de recursos disponibles para interceptar cruces irregulares en el Canal. El Ministerio del Interior ha movilizado refuerzos de la Marina Real y embarcaciones del sector privado bajo contratos de contingencia, pero fuentes internas admiten que la cobertura será “escasa”.
Para viajeros de negocios y operadores logísticos, el mayor riesgo es indirecto: la escasez de embarcaciones de patrulla podría obligar al Ministerio del Interior a desviar oficiales de los controles de carga y pasajeros en puertos, lo que podría ralentizar la liberación de mercancías y la llegada de ferris. El PCS advirtió que intensificará la huelga a 48 horas en diciembre si no mejoran las propuestas salariales.
Los empleadores con importaciones urgentes deben prever tiempos adicionales de entrega durante al menos la próxima semana y estar atentos a los avisos de contingencia del Ministerio del Interior. Los equipos de movilidad que gestionan desplazamientos por las rutas Dover–Calais o en ferry deben recomendar a los viajeros llevar toda la documentación completa ante posibles controles aleatorios o retrasos a la llegada.
El conflicto refleja tensiones industriales más amplias en el Ministerio del Interior, donde el 68 % del personal representado por el PCS apoyó recientemente la huelga por la contención salarial. La decisión del gobierno de negociar o legislar normas más estrictas de servicio mínimo podría marcar el rumbo de las relaciones laborales en fronteras para 2026.
La huelga afecta a las bases marítimas de Dover, Portsmouth y Liverpool, y podría reducir el número de recursos disponibles para interceptar cruces irregulares en el Canal. El Ministerio del Interior ha movilizado refuerzos de la Marina Real y embarcaciones del sector privado bajo contratos de contingencia, pero fuentes internas admiten que la cobertura será “escasa”.
Para viajeros de negocios y operadores logísticos, el mayor riesgo es indirecto: la escasez de embarcaciones de patrulla podría obligar al Ministerio del Interior a desviar oficiales de los controles de carga y pasajeros en puertos, lo que podría ralentizar la liberación de mercancías y la llegada de ferris. El PCS advirtió que intensificará la huelga a 48 horas en diciembre si no mejoran las propuestas salariales.
Los empleadores con importaciones urgentes deben prever tiempos adicionales de entrega durante al menos la próxima semana y estar atentos a los avisos de contingencia del Ministerio del Interior. Los equipos de movilidad que gestionan desplazamientos por las rutas Dover–Calais o en ferry deben recomendar a los viajeros llevar toda la documentación completa ante posibles controles aleatorios o retrasos a la llegada.
El conflicto refleja tensiones industriales más amplias en el Ministerio del Interior, donde el 68 % del personal representado por el PCS apoyó recientemente la huelga por la contención salarial. La decisión del gobierno de negociar o legislar normas más estrictas de servicio mínimo podría marcar el rumbo de las relaciones laborales en fronteras para 2026.








