
Por primera vez en casi dos años, el primer ministro Petteri Orpo ha sugerido públicamente que Finlandia podría reabrir al menos un paso fronterizo terrestre con Rusia si Moscú deja de permitir que viajeros indocumentados se acerquen a la frontera. En una entrevista con Yle Radio emitida el 13 de noviembre por la noche, Orpo afirmó que Helsinki está “preparada para probar una reapertura cuidadosamente gestionada”, siempre que Rusia “reanude de manera demostrable los controles normales de pasaportes y visados en su lado”. Sus declaraciones fueron posteriormente difundidas por la agencia de noticias Interfax.
Finlandia cerró los ocho puntos de control terrestre a lo largo de los 1.340 km de frontera en diciembre de 2023, tras lo que describió como una “migración instrumentalizada” orquestada por Rusia. Desde entonces, las solicitudes de asilo solo pueden presentarse en el aeropuerto de Helsinki o en puertos designados, lo que obliga a los refugiados legítimos a realizar largos desvíos y obliga a las empresas que dependen del comercio transfronterizo a redirigir sus mercancías.
El funcionario de la Guardia Fronteriza, Jussi Napola, dijo a Yle que cualquier apertura piloto probablemente involucraría a Raja-Jooseppi, en Laponia finlandesa, donde el volumen de tráfico es bajo y ya existe infraestructura para el registro biométrico EES. La agencia está elaborando planes de contingencia que incluyen zonas de control temporales, límites de capacidad y un procedimiento de cierre rápido en caso de un aumento repentino del flujo.
Para los gestores de movilidad global, el cambio sería significativo. Decenas de proyectos forestales, mineros y de energía eólica en Laponia se han visto obligados a trasladar técnicos rusos vía Estambul o Dubái, lo que añade días de viaje, complejidad en los visados y costos adicionales. Los operadores logísticos también recuperarían el acceso al Corredor Ártico, la ruta de camiones más rápida entre el norte de Escandinavia y San Petersburgo.
Sin embargo, persisten grandes obstáculos. El Ministerio del Interior insiste en que aún existe un alto riesgo de presión híbrida renovada, mientras que muchos en el parlamento exigen pruebas de que Moscú cooperará. Incluso en un escenario optimista, los expertos señalan que el tráfico comercial no se normalizará antes de la primavera de 2026, ya que los conductores necesitan nuevos visados Schengen de entradas múltiples y las empresas deben volver a asegurar la cobertura de seguros que expiró durante el cierre.
Finlandia cerró los ocho puntos de control terrestre a lo largo de los 1.340 km de frontera en diciembre de 2023, tras lo que describió como una “migración instrumentalizada” orquestada por Rusia. Desde entonces, las solicitudes de asilo solo pueden presentarse en el aeropuerto de Helsinki o en puertos designados, lo que obliga a los refugiados legítimos a realizar largos desvíos y obliga a las empresas que dependen del comercio transfronterizo a redirigir sus mercancías.
El funcionario de la Guardia Fronteriza, Jussi Napola, dijo a Yle que cualquier apertura piloto probablemente involucraría a Raja-Jooseppi, en Laponia finlandesa, donde el volumen de tráfico es bajo y ya existe infraestructura para el registro biométrico EES. La agencia está elaborando planes de contingencia que incluyen zonas de control temporales, límites de capacidad y un procedimiento de cierre rápido en caso de un aumento repentino del flujo.
Para los gestores de movilidad global, el cambio sería significativo. Decenas de proyectos forestales, mineros y de energía eólica en Laponia se han visto obligados a trasladar técnicos rusos vía Estambul o Dubái, lo que añade días de viaje, complejidad en los visados y costos adicionales. Los operadores logísticos también recuperarían el acceso al Corredor Ártico, la ruta de camiones más rápida entre el norte de Escandinavia y San Petersburgo.
Sin embargo, persisten grandes obstáculos. El Ministerio del Interior insiste en que aún existe un alto riesgo de presión híbrida renovada, mientras que muchos en el parlamento exigen pruebas de que Moscú cooperará. Incluso en un escenario optimista, los expertos señalan que el tráfico comercial no se normalizará antes de la primavera de 2026, ya que los conductores necesitan nuevos visados Schengen de entradas múltiples y las empresas deben volver a asegurar la cobertura de seguros que expiró durante el cierre.










