
Air China Cargo firmó un acuerdo de compra el 14 de noviembre para seis aviones de carga Airbus A350F, convirtiéndose en la primera aerolínea del continente chino en encargar esta nueva generación de aviones de fuselaje ancho para carga. El A350F, cuya entrega está prevista a partir de 2028, puede transportar hasta 111 toneladas y promete una reducción del 40 % en el consumo de combustible y las emisiones de CO₂ en comparación con el modelo anterior 747-400F.
Aunque el acuerdo se centra en la carga y no en pasajeros, tiene implicaciones estratégicas para la movilidad global. En primer lugar, la capacidad adicional reforzará las redes de carga en bodega de vuelos de pasajeros, mejorando la fiabilidad para envíos de alto valor sin acompañante, como efectos personales, materiales para exposiciones y piezas de repuesto críticas que sustentan proyectos de reubicación y de corto plazo. En segundo lugar, las credenciales medioambientales se alinean con la creciente presión corporativa para descarbonizar las cadenas de suministro, incluyendo los envíos relacionados con la movilidad.
Actualmente, Air China Cargo opera una flota mixta de Boeing 747-400F y 777F en 25 rutas dedicadas que conectan Asia-Pacífico, Europa, América y Medio Oriente. La aerolínea afirma que el A350F le permitirá abrir rutas de larga distancia con menor demanda, como pares de ciudades secundarias tipo Chengdu-Múnich, ofreciendo así más opciones para la logística puerta a puerta en reubicaciones.
Para las multinacionales que trasladan talento a China, este anuncio indica que la capacidad de carga desde los principales puntos de entrada como Pekín, Shanghái y Shenzhen debería mantenerse amplia, incluso con la recuperación de la demanda de pasajeros. Sin embargo, los equipos de movilidad deberían revisar los contratos con proveedores, ya que las aerolíneas podrían introducir recargos por combustible verde o diferenciar precios para aviones con menores emisiones una vez que el A350F entre en servicio.
El pedido también refleja la tendencia general de las aerolíneas chinas de acelerar la renovación de flotas antes de la entrada en vigor en 2027 de los estándares de emisiones de carbono de la OACI. Junto con el despliegue agresivo de incentivos gubernamentales para el Combustible de Aviación Sostenible (SAF), China se posiciona como un mercado clave para los aviones de carga de próxima generación y, de forma indirecta, para el transporte sostenible de mercancías que apoyan las asignaciones de expatriados.
Aunque el acuerdo se centra en la carga y no en pasajeros, tiene implicaciones estratégicas para la movilidad global. En primer lugar, la capacidad adicional reforzará las redes de carga en bodega de vuelos de pasajeros, mejorando la fiabilidad para envíos de alto valor sin acompañante, como efectos personales, materiales para exposiciones y piezas de repuesto críticas que sustentan proyectos de reubicación y de corto plazo. En segundo lugar, las credenciales medioambientales se alinean con la creciente presión corporativa para descarbonizar las cadenas de suministro, incluyendo los envíos relacionados con la movilidad.
Actualmente, Air China Cargo opera una flota mixta de Boeing 747-400F y 777F en 25 rutas dedicadas que conectan Asia-Pacífico, Europa, América y Medio Oriente. La aerolínea afirma que el A350F le permitirá abrir rutas de larga distancia con menor demanda, como pares de ciudades secundarias tipo Chengdu-Múnich, ofreciendo así más opciones para la logística puerta a puerta en reubicaciones.
Para las multinacionales que trasladan talento a China, este anuncio indica que la capacidad de carga desde los principales puntos de entrada como Pekín, Shanghái y Shenzhen debería mantenerse amplia, incluso con la recuperación de la demanda de pasajeros. Sin embargo, los equipos de movilidad deberían revisar los contratos con proveedores, ya que las aerolíneas podrían introducir recargos por combustible verde o diferenciar precios para aviones con menores emisiones una vez que el A350F entre en servicio.
El pedido también refleja la tendencia general de las aerolíneas chinas de acelerar la renovación de flotas antes de la entrada en vigor en 2027 de los estándares de emisiones de carbono de la OACI. Junto con el despliegue agresivo de incentivos gubernamentales para el Combustible de Aviación Sostenible (SAF), China se posiciona como un mercado clave para los aviones de carga de próxima generación y, de forma indirecta, para el transporte sostenible de mercancías que apoyan las asignaciones de expatriados.










