
En un movimiento que podría transformar el mapa de la movilidad en el Golfo, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) aprobó ayer un modelo de control aeroportuario “todo en uno” y seleccionó a Emiratos Árabes Unidos y Bahréin para llevar a cabo el primer piloto en vivo a partir de diciembre de 2025.
Con este sistema, los viajeros realizarán los trámites de inmigración, aduanas y seguridad una sola vez, en su punto de partida. Por ejemplo, un pasajero bahreiní que viaje a Dubái completará los controles en Manama; a su llegada a Emiratos Árabes Unidos no habrá una segunda inspección. El intercambio digital de datos entre los sistemas de control fronterizo permitirá a las autoridades de ambos países reconocer la autorización ya otorgada.
El piloto fue anunciado tras la reunión de ministros del Interior del CCG en Ciudad de Kuwait. El secretario general, Jasem Mohamed Albudaiwi, explicó que el objetivo es “reducir las filas, eliminar duplicidades y bajar costos” sin comprometer la seguridad. Aunque la prueba involucra solo a dos países, los funcionarios destacaron que los seis miembros del CCG —Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Arabia Saudita, Kuwait, Catar y Omán— están preparando sus sistemas para un despliegue regional completo si la prueba resulta exitosa.
Para las empresas que operan rutas regionales, las implicaciones son importantes. Los vuelos corporativos de corta distancia entre Dubái, Riad y Doha son conocidos por sus largas filas en las conexiones; eliminar los controles repetidos podría reducir entre 30 y 45 minutos los tiempos totales de viaje. Las aerolíneas esperan una mayor utilización de aviones y tripulación, mientras que los aeropuertos buscan liberar capacidad valiosa en las horas punta.
Las multinacionales ya están actualizando sus políticas de viaje. Los responsables de recursos humanos deben informar al personal que los pasaportes seguirán siendo sellados, pero solo una vez, y que los procedimientos de salida podrían realizarse en el mostrador “todo en uno” del país de partida en lugar de en el aeropuerto de llegada. Las empresas con rotaciones regionales podrían aprovechar para concentrar reuniones en Bahréin y Dubái durante el piloto de diciembre a marzo y así comprobar los ahorros de tiempo.
Con este sistema, los viajeros realizarán los trámites de inmigración, aduanas y seguridad una sola vez, en su punto de partida. Por ejemplo, un pasajero bahreiní que viaje a Dubái completará los controles en Manama; a su llegada a Emiratos Árabes Unidos no habrá una segunda inspección. El intercambio digital de datos entre los sistemas de control fronterizo permitirá a las autoridades de ambos países reconocer la autorización ya otorgada.
El piloto fue anunciado tras la reunión de ministros del Interior del CCG en Ciudad de Kuwait. El secretario general, Jasem Mohamed Albudaiwi, explicó que el objetivo es “reducir las filas, eliminar duplicidades y bajar costos” sin comprometer la seguridad. Aunque la prueba involucra solo a dos países, los funcionarios destacaron que los seis miembros del CCG —Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Arabia Saudita, Kuwait, Catar y Omán— están preparando sus sistemas para un despliegue regional completo si la prueba resulta exitosa.
Para las empresas que operan rutas regionales, las implicaciones son importantes. Los vuelos corporativos de corta distancia entre Dubái, Riad y Doha son conocidos por sus largas filas en las conexiones; eliminar los controles repetidos podría reducir entre 30 y 45 minutos los tiempos totales de viaje. Las aerolíneas esperan una mayor utilización de aviones y tripulación, mientras que los aeropuertos buscan liberar capacidad valiosa en las horas punta.
Las multinacionales ya están actualizando sus políticas de viaje. Los responsables de recursos humanos deben informar al personal que los pasaportes seguirán siendo sellados, pero solo una vez, y que los procedimientos de salida podrían realizarse en el mostrador “todo en uno” del país de partida en lugar de en el aeropuerto de llegada. Las empresas con rotaciones regionales podrían aprovechar para concentrar reuniones en Bahréin y Dubái durante el piloto de diciembre a marzo y así comprobar los ahorros de tiempo.










