
El tan esperado Sistema de Entrada/Salida (EES) para viajeros no pertenecientes a la UE debía llegar al Puerto de Dover este otoño, pero las autoridades portuarias confirmaron hoy que la implementación para pasajeros en coche se ha pospuesto hasta “principios de 2026”. La decisión, tomada en consulta con las agencias fronterizas francesas, busca evitar atascos durante las vacaciones de Navidad en el corredor Reino Unido-Francia.
Los quioscos del EES están operativos para autocares y mercancías desde el 12 de octubre, capturando huellas dactilares y fotos que eventualmente reemplazarán los sellos en los pasaportes. Sin embargo, extender el proceso a vehículos privados resultó más complejo. Las pruebas mostraron que el control de un coche podía tardar hasta seis minutos, seis veces más que los controles actuales, porque los viajeros deben salir del vehículo para registrar sus datos biométricos.
Al anunciar el retraso, Dover señaló que se ha logrado un “progreso significativo” en el hardware y el personal, pero que ahora se seguirá un enfoque gradual durante el invierno. Ya se han creado casi 13,000 perfiles de viajeros sin incidentes mayores, lo que sugiere que la tecnología es estable.
Para las empresas francesas, esta prórroga ofrece un respiro: las compañías de logística evitan los cuellos de botella en temporada alta y los viajeros de ocio mantienen cruces más rápidos durante otro periodo vacacional escolar. Sin embargo, se recomienda a las empresas preparar a sus clientes para tiempos de espera más largos cuando el sistema entre en funcionamiento el próximo año y presupuestar posibles costes por horas extras de los conductores. Eurotunnel y las compañías de ferry están actualizando sus preguntas frecuentes para orientar a los pasajeros hacia las herramientas de preinscripción en línea cuando estén disponibles.
El aplazamiento pone de manifiesto una realidad más amplia: a pesar de la presión de la UE para digitalizar las fronteras, la implementación sigue dependiendo de la preparación operativa bilateral, especialmente en los controles yuxtapuestos donde la policía francesa inspecciona a los viajeros en suelo británico.
Los quioscos del EES están operativos para autocares y mercancías desde el 12 de octubre, capturando huellas dactilares y fotos que eventualmente reemplazarán los sellos en los pasaportes. Sin embargo, extender el proceso a vehículos privados resultó más complejo. Las pruebas mostraron que el control de un coche podía tardar hasta seis minutos, seis veces más que los controles actuales, porque los viajeros deben salir del vehículo para registrar sus datos biométricos.
Al anunciar el retraso, Dover señaló que se ha logrado un “progreso significativo” en el hardware y el personal, pero que ahora se seguirá un enfoque gradual durante el invierno. Ya se han creado casi 13,000 perfiles de viajeros sin incidentes mayores, lo que sugiere que la tecnología es estable.
Para las empresas francesas, esta prórroga ofrece un respiro: las compañías de logística evitan los cuellos de botella en temporada alta y los viajeros de ocio mantienen cruces más rápidos durante otro periodo vacacional escolar. Sin embargo, se recomienda a las empresas preparar a sus clientes para tiempos de espera más largos cuando el sistema entre en funcionamiento el próximo año y presupuestar posibles costes por horas extras de los conductores. Eurotunnel y las compañías de ferry están actualizando sus preguntas frecuentes para orientar a los pasajeros hacia las herramientas de preinscripción en línea cuando estén disponibles.
El aplazamiento pone de manifiesto una realidad más amplia: a pesar de la presión de la UE para digitalizar las fronteras, la implementación sigue dependiendo de la preparación operativa bilateral, especialmente en los controles yuxtapuestos donde la policía francesa inspecciona a los viajeros en suelo británico.









