
En Bruselas, el 12 de noviembre, la Comisión Europea dio inicio formal al primer Ciclo Anual de Gestión Migratoria previsto en el Pacto sobre Migración y Asilo. Este nuevo ciclo combina un exhaustivo Informe Migratorio a nivel de la UE con una decisión anual que clasifica a los Estados miembros según el nivel de presión que enfrentan y establece un “Fondo Anual de Solidaridad” con reubicaciones y contribuciones económicas. Chipre, junto con Grecia, España e Italia, figura en los primeros puestos del índice de presión, lo que posiciona a la isla para recibir asistencia prioritaria una vez que el Pacto entre en plena vigencia en junio de 2026.
Funcionarios de la Comisión destacaron que el ciclo de 2025 es principalmente un ensayo, pero ya proporciona 250 millones de euros en nuevos fondos AMIF e ISF para tecnología fronteriza, mejoras en centros de acogida y operaciones de retorno. Diplomáticos chipriotas en Bruselas informaron a la Agencia de Noticias de Chipre que Nicosia solicitará una parte de 20 millones de euros para ampliar su centro de clasificación en Pournara y financiar 5.000 paquetes de retorno voluntario para migrantes con solicitudes rechazadas.
El Informe Anual que sustenta el ciclo señala una caída del 35 % en las entradas ilegales en las fronteras exteriores de la UE entre julio de 2024 y junio de 2025, pero también advierte sobre “desafíos continuos” en el Mediterráneo oriental, especialmente en Chipre, donde las llegadas en barco desde Líbano y Siria siguen siendo inestables. Insta a Estados miembros como Chipre a acelerar la implementación de nuevas normas de cribado, toma de huellas Eurodac y procedimientos fronterizos acelerados para estar “listos para el Pacto” a mediados de 2026.
Para los actores de la movilidad global, este ciclo es clave porque estandarizará cómo la UE asigna cada año las plazas de reubicación y los fondos. Los equipos de recursos humanos y reubicación que envíen personal a Chipre pueden esperar mejoras en la infraestructura de las zonas de llegada de Lárnaca y Pafos, junto con procesos digitales más rápidos para permisos que se conectan directamente con bases de datos de la UE. Sin embargo, las empresas deben prepararse para controles biométricos más estrictos y verificaciones avanzadas de información de pasajeros, ya que Chipre adoptará las nuevas herramientas de cribado previo a la entrada del Pacto.
Los asesores legales también señalan que el Pacto otorga a Chipre margen para imponer límites temporales a los cambios de estatus dentro del país para algunas categorías de permisos si la capacidad de acogida se ve desbordada, recordando que una planificación temprana para el cumplimiento sigue siendo fundamental.
Funcionarios de la Comisión destacaron que el ciclo de 2025 es principalmente un ensayo, pero ya proporciona 250 millones de euros en nuevos fondos AMIF e ISF para tecnología fronteriza, mejoras en centros de acogida y operaciones de retorno. Diplomáticos chipriotas en Bruselas informaron a la Agencia de Noticias de Chipre que Nicosia solicitará una parte de 20 millones de euros para ampliar su centro de clasificación en Pournara y financiar 5.000 paquetes de retorno voluntario para migrantes con solicitudes rechazadas.
El Informe Anual que sustenta el ciclo señala una caída del 35 % en las entradas ilegales en las fronteras exteriores de la UE entre julio de 2024 y junio de 2025, pero también advierte sobre “desafíos continuos” en el Mediterráneo oriental, especialmente en Chipre, donde las llegadas en barco desde Líbano y Siria siguen siendo inestables. Insta a Estados miembros como Chipre a acelerar la implementación de nuevas normas de cribado, toma de huellas Eurodac y procedimientos fronterizos acelerados para estar “listos para el Pacto” a mediados de 2026.
Para los actores de la movilidad global, este ciclo es clave porque estandarizará cómo la UE asigna cada año las plazas de reubicación y los fondos. Los equipos de recursos humanos y reubicación que envíen personal a Chipre pueden esperar mejoras en la infraestructura de las zonas de llegada de Lárnaca y Pafos, junto con procesos digitales más rápidos para permisos que se conectan directamente con bases de datos de la UE. Sin embargo, las empresas deben prepararse para controles biométricos más estrictos y verificaciones avanzadas de información de pasajeros, ya que Chipre adoptará las nuevas herramientas de cribado previo a la entrada del Pacto.
Los asesores legales también señalan que el Pacto otorga a Chipre margen para imponer límites temporales a los cambios de estatus dentro del país para algunas categorías de permisos si la capacidad de acogida se ve desbordada, recordando que una planificación temprana para el cumplimiento sigue siendo fundamental.









