
En una señal reciente de que Pekín pretende mantener sus fronteras atractivas para visitantes de negocios y turismo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó el 13 de noviembre de 2025 que el programa unilateral de entrada sin visa del país se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2026. La extensión mantiene los 45 territorios beneficiarios actuales —la mayoría de Europa continental, además de Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur y varios países de Sudamérica y del Golfo— y, por primera vez, añade a Suecia.
Bajo este programa, los titulares de pasaportes ordinarios de los países elegibles pueden entrar a China por hasta 30 días por visita para reuniones de negocios, turismo, reuniones familiares o tránsito, sin necesidad de obtener una visa con antelación. Se permiten entradas múltiples, aunque los viajeros deben completar las declaraciones estándar de salud y seguridad de China al llegar (o, a partir del 20 de noviembre, en línea con anticipación).
La decisión ofrece una certeza bienvenida para las multinacionales que habían estado recomendando a su personal viajar antes del vencimiento original del programa, el 31 de diciembre de 2025. También respalda la campaña de China para reactivar el turismo receptivo y la asistencia a exposiciones, sectores que aún operan alrededor del 70 % de los niveles previos a la pandemia. Aerolíneas y cadenas hoteleras ya están reaccionando: China Eastern anunció tres frecuencias semanales adicionales entre Estocolmo y Shanghái a partir de marzo de 2026, mientras que Accor reportó un aumento del 18 % en reservas anticipadas por parte de empresas escandinavas pocas horas después del anuncio.
Para los responsables de movilidad corporativa, el principal beneficio operativo es la eliminación del riesgo y los costos asociados al tiempo de anticipación para obtener visas en asignaciones cortas y técnicos. Sin embargo, las empresas deben recordar a los viajeros que la entrada sin visa no autoriza a trabajar; las actividades deben limitarse al ámbito de visitantes de negocios y los requisitos de localización de nómina permanecen sin cambios.
De cara al futuro, los analistas de políticas esperan que China siga ampliando el programa. Estados Unidos, Canadá y Reino Unido siguen siendo ausencias notables, pero fuentes internas aseguran que las negociaciones para facilitar la reciprocidad continúan. Por ahora, el horizonte hasta 2026 ofrece a las empresas globales una ventana de planificación de dos años para maximizar viajes y actividades de proyectos en el continente sin fricciones migratorias.
Bajo este programa, los titulares de pasaportes ordinarios de los países elegibles pueden entrar a China por hasta 30 días por visita para reuniones de negocios, turismo, reuniones familiares o tránsito, sin necesidad de obtener una visa con antelación. Se permiten entradas múltiples, aunque los viajeros deben completar las declaraciones estándar de salud y seguridad de China al llegar (o, a partir del 20 de noviembre, en línea con anticipación).
La decisión ofrece una certeza bienvenida para las multinacionales que habían estado recomendando a su personal viajar antes del vencimiento original del programa, el 31 de diciembre de 2025. También respalda la campaña de China para reactivar el turismo receptivo y la asistencia a exposiciones, sectores que aún operan alrededor del 70 % de los niveles previos a la pandemia. Aerolíneas y cadenas hoteleras ya están reaccionando: China Eastern anunció tres frecuencias semanales adicionales entre Estocolmo y Shanghái a partir de marzo de 2026, mientras que Accor reportó un aumento del 18 % en reservas anticipadas por parte de empresas escandinavas pocas horas después del anuncio.
Para los responsables de movilidad corporativa, el principal beneficio operativo es la eliminación del riesgo y los costos asociados al tiempo de anticipación para obtener visas en asignaciones cortas y técnicos. Sin embargo, las empresas deben recordar a los viajeros que la entrada sin visa no autoriza a trabajar; las actividades deben limitarse al ámbito de visitantes de negocios y los requisitos de localización de nómina permanecen sin cambios.
De cara al futuro, los analistas de políticas esperan que China siga ampliando el programa. Estados Unidos, Canadá y Reino Unido siguen siendo ausencias notables, pero fuentes internas aseguran que las negociaciones para facilitar la reciprocidad continúan. Por ahora, el horizonte hasta 2026 ofrece a las empresas globales una ventana de planificación de dos años para maximizar viajes y actividades de proyectos en el continente sin fricciones migratorias.









