
El 12 de noviembre, el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. (DHS) añadió discretamente un aviso a su agenda regulatoria que anticipa una próxima norma que “eliminaría o restringiría” el programa de Entrenamiento Práctico Opcional (OPT) para estudiantes extranjeros. Actualmente, el OPT permite que unos 250,000 graduados con visa F-1 trabajen en EE. UU. durante 12 meses —o hasta 36 meses con una extensión para carreras STEM— mientras buscan patrocinio para la visa H-1B o deciden sus próximos pasos.
Según el resumen del DHS, la nueva norma endurecerá la supervisión bajo el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio, citando riesgos de seguridad nacional y buscando “proteger a los trabajadores estadounidenses de ser desplazados”. Aunque el texto preliminar aún no es público, fuentes internas indican que el DHS está considerando opciones que van desde eliminar el OPT post-graduación hasta limitar las carreras elegibles y fijar un tope de 12 meses de empleo total, incluyendo STEM. La propuesta podría publicarse tan pronto como en diciembre, abriendo un periodo de comentarios de 60 días.
Para las universidades, la amenaza al OPT afecta directamente la matrícula internacional: encuestas muestran que casi tres cuartas partes de los estudiantes potenciales consideran los derechos laborales en EE. UU. esenciales para el retorno de una inversión educativa costosa. Los empleadores en tecnología y ciencias de la vida, que dependen del talento OPT para roles de nivel inicial, temen un déficit inmediato de habilidades y una competencia aún más dura por las visas H-1B limitadas.
Los equipos de movilidad corporativa deben seguir de cerca el Registro Federal y preparar argumentos para los comentarios públicos. También podrían necesitar acelerar la contratación con visa F-1 o presentar solicitudes de H-1B exentas de cupo con instituciones de investigación calificadas. Por su parte, las universidades están presionando al Congreso para crear vías alternativas, argumentando que recortar el OPT podría significar miles de millones en pérdidas por matrículas y menor innovación futura.
Aunque cualquier norma final enfrentará desafíos legales, la señal política es clara: el trabajo post-estudio en EE. UU. está bajo escrutinio, y las empresas deben planificar sus estrategias globales de talento en consecuencia.
Según el resumen del DHS, la nueva norma endurecerá la supervisión bajo el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio, citando riesgos de seguridad nacional y buscando “proteger a los trabajadores estadounidenses de ser desplazados”. Aunque el texto preliminar aún no es público, fuentes internas indican que el DHS está considerando opciones que van desde eliminar el OPT post-graduación hasta limitar las carreras elegibles y fijar un tope de 12 meses de empleo total, incluyendo STEM. La propuesta podría publicarse tan pronto como en diciembre, abriendo un periodo de comentarios de 60 días.
Para las universidades, la amenaza al OPT afecta directamente la matrícula internacional: encuestas muestran que casi tres cuartas partes de los estudiantes potenciales consideran los derechos laborales en EE. UU. esenciales para el retorno de una inversión educativa costosa. Los empleadores en tecnología y ciencias de la vida, que dependen del talento OPT para roles de nivel inicial, temen un déficit inmediato de habilidades y una competencia aún más dura por las visas H-1B limitadas.
Los equipos de movilidad corporativa deben seguir de cerca el Registro Federal y preparar argumentos para los comentarios públicos. También podrían necesitar acelerar la contratación con visa F-1 o presentar solicitudes de H-1B exentas de cupo con instituciones de investigación calificadas. Por su parte, las universidades están presionando al Congreso para crear vías alternativas, argumentando que recortar el OPT podría significar miles de millones en pérdidas por matrículas y menor innovación futura.
Aunque cualquier norma final enfrentará desafíos legales, la señal política es clara: el trabajo post-estudio en EE. UU. está bajo escrutinio, y las empresas deben planificar sus estrategias globales de talento en consecuencia.









