
Una actualización reciente del portal logístico Trans.info destaca un mosaico de controles internos renovados en el espacio Schengen que los planificadores de movilidad deberán gestionar este invierno. Los Países Bajos han notificado a Bruselas que mantendrán los controles en su frontera sur hasta junio de 2026, mientras que Dinamarca y Suecia han solicitado extensiones de seis meses hasta el 11 de mayo de 2026. Alemania y Francia también mantienen regímenes temporales hasta marzo y abril, respectivamente.
Los controles de Italia en la frontera terrestre con Eslovenia, instaurados tras el ataque de Hamás en octubre de 2023, están autorizados actualmente hasta el 18 de diciembre de 2025. Aunque Roma aún no ha solicitado una nueva prórroga, fuentes del Ministerio del Interior citadas por medios locales indican que la renovación está “en consideración activa” debido a preocupaciones de seguridad regional y al flujo de visitantes previsto para el Año Jubilar 2026.
Para los trabajadores transfronterizos —unos 9,000 que se desplazan diariamente entre Trieste y Koper— la continuidad de los controles de identidad implica retrasos de 10 a 20 minutos en horas punta, especialmente para el tráfico de mercancías desviado del concurrido paso de Fernetti. Los transitarios recomiendan a los conductores llevar copias digitales y físicas de las cartas de porte CMR para agilizar las inspecciones puntuales por parte de la Guardia di Finanza.
El panorama general muestra una normalización progresiva de los controles internos dentro de Schengen, lo que erosiona la previsibilidad que muchas políticas corporativas de movilidad aún asumen. Los empleadores con personal que cruza varias fronteras de la UE en un solo día —típico en ingenieros de servicio técnico o equipos regionales de ventas— deberían informar a los viajeros sobre posibles controles secundarios de identidad y prever tiempo extra para conexiones.
Dado que las amenazas a la seguridad probablemente no disminuirán, los gestores de movilidad deben anticipar un ciclo de extensiones semestrales y seguir de cerca los procedimientos de infracción de la Comisión Europea, que podrían obligar a los Estados miembros —incluida Italia— a justificar los controles bajo criterios más estrictos.
Los controles de Italia en la frontera terrestre con Eslovenia, instaurados tras el ataque de Hamás en octubre de 2023, están autorizados actualmente hasta el 18 de diciembre de 2025. Aunque Roma aún no ha solicitado una nueva prórroga, fuentes del Ministerio del Interior citadas por medios locales indican que la renovación está “en consideración activa” debido a preocupaciones de seguridad regional y al flujo de visitantes previsto para el Año Jubilar 2026.
Para los trabajadores transfronterizos —unos 9,000 que se desplazan diariamente entre Trieste y Koper— la continuidad de los controles de identidad implica retrasos de 10 a 20 minutos en horas punta, especialmente para el tráfico de mercancías desviado del concurrido paso de Fernetti. Los transitarios recomiendan a los conductores llevar copias digitales y físicas de las cartas de porte CMR para agilizar las inspecciones puntuales por parte de la Guardia di Finanza.
El panorama general muestra una normalización progresiva de los controles internos dentro de Schengen, lo que erosiona la previsibilidad que muchas políticas corporativas de movilidad aún asumen. Los empleadores con personal que cruza varias fronteras de la UE en un solo día —típico en ingenieros de servicio técnico o equipos regionales de ventas— deberían informar a los viajeros sobre posibles controles secundarios de identidad y prever tiempo extra para conexiones.
Dado que las amenazas a la seguridad probablemente no disminuirán, los gestores de movilidad deben anticipar un ciclo de extensiones semestrales y seguir de cerca los procedimientos de infracción de la Comisión Europea, que podrían obligar a los Estados miembros —incluida Italia— a justificar los controles bajo criterios más estrictos.








