En su primer Informe Anual sobre la Gestión de la Migración, publicado el 11 de noviembre, la Comisión Europea señaló a Bélgica como uno de los 12 Estados miembros de la UE en situación de “alto riesgo” por la presión migratoria. Esta etiqueta se otorga a países cuyos sistemas de acogida enfrentan limitaciones persistentes de capacidad o donde aumentan los movimientos secundarios hacia países vecinos.
Según el informe, Bélgica registró más de 32.000 solicitudes de asilo entre julio de 2024 y junio de 2025, un aumento del 12 % interanual, mientras que los centros de acogida permanecieron casi al límite a pesar de la reciente apertura de 2.000 plazas adicionales. Las autoridades también continúan alojando a más de 93.000 ucranianos bajo la Directiva de Protección Temporal. Aunque las detecciones de cruces fronterizos irregulares hacia Bélgica disminuyeron un 35 % en el mismo período, los movimientos secundarios desde Francia y Países Bajos mantienen altas las tasas de ocupación en los centros de acogida.
![La Comisión Europea señala a Bélgica como país de ‘alto riesgo’ por la presión migratoria]()
La designación de “alto riesgo” otorga a Bélgica acceso prioritario a una nueva “caja de herramientas” de la UE que incluye financiación de emergencia, apoyo operativo de agencias europeas como Frontex y la Agencia de Asilo de la UE, y una reubicación más rápida de solicitantes de asilo a otros Estados miembros. Sin embargo, Bruselas debe presentar un plan de acción detallando cómo mejorará la capacidad de tramitación, ampliará los espacios de acogida y acelerará las devoluciones de solicitantes rechazados.
Para los empleadores que dependen del talento internacional y para los equipos de movilidad corporativa que organizan asignaciones a corto plazo, la principal preocupación práctica son los posibles retrasos en los trámites. El Ministerio del Interior ya ha reasignado personal de las oficinas de migración económica para reforzar el servicio de asilo, lo que ha alargado los tiempos de tramitación de permisos únicos y tarjetas azules en las regiones de Flandes y Bruselas. Las empresas deberían prever tiempos adicionales en la planificación de fechas de inicio y considerar vías rápidas, como el permiso ICT de la UE, cuando sea posible.
El nuevo gobierno belga, que asumió en octubre, apoya el pacto migratorio de la Comisión pero insiste en una aplicación más estricta de las normas de Dublín antes de aceptar cuotas obligatorias de reubicación. El próximo debate en el parlamento belga sobre la financiación de la capacidad de acogida y el personal de control fronterizo será clave para los responsables de movilidad que siguen de cerca los futuros cambios en la política.
Según el informe, Bélgica registró más de 32.000 solicitudes de asilo entre julio de 2024 y junio de 2025, un aumento del 12 % interanual, mientras que los centros de acogida permanecieron casi al límite a pesar de la reciente apertura de 2.000 plazas adicionales. Las autoridades también continúan alojando a más de 93.000 ucranianos bajo la Directiva de Protección Temporal. Aunque las detecciones de cruces fronterizos irregulares hacia Bélgica disminuyeron un 35 % en el mismo período, los movimientos secundarios desde Francia y Países Bajos mantienen altas las tasas de ocupación en los centros de acogida.
La designación de “alto riesgo” otorga a Bélgica acceso prioritario a una nueva “caja de herramientas” de la UE que incluye financiación de emergencia, apoyo operativo de agencias europeas como Frontex y la Agencia de Asilo de la UE, y una reubicación más rápida de solicitantes de asilo a otros Estados miembros. Sin embargo, Bruselas debe presentar un plan de acción detallando cómo mejorará la capacidad de tramitación, ampliará los espacios de acogida y acelerará las devoluciones de solicitantes rechazados.
Para los empleadores que dependen del talento internacional y para los equipos de movilidad corporativa que organizan asignaciones a corto plazo, la principal preocupación práctica son los posibles retrasos en los trámites. El Ministerio del Interior ya ha reasignado personal de las oficinas de migración económica para reforzar el servicio de asilo, lo que ha alargado los tiempos de tramitación de permisos únicos y tarjetas azules en las regiones de Flandes y Bruselas. Las empresas deberían prever tiempos adicionales en la planificación de fechas de inicio y considerar vías rápidas, como el permiso ICT de la UE, cuando sea posible.
El nuevo gobierno belga, que asumió en octubre, apoya el pacto migratorio de la Comisión pero insiste en una aplicación más estricta de las normas de Dublín antes de aceptar cuotas obligatorias de reubicación. El próximo debate en el parlamento belga sobre la financiación de la capacidad de acogida y el personal de control fronterizo será clave para los responsables de movilidad que siguen de cerca los futuros cambios en la política.
