
Un informe de The Economic Times destaca la razón geopolítica y demográfica detrás de la nueva directiva de visas estudiantiles en Australia. La Dirección Ministerial 115, que entrará en vigor el 14 de noviembre de 2025, está diseñada explícitamente para aumentar las inscripciones en campus regionales y reducir la demanda en Sídney y Melbourne, donde la escasez de viviendas y la saturación de infraestructuras se han convertido en temas políticos sensibles.
La directiva llega tras meses de presión por parte de los primeros ministros de Queensland, Australia del Sur y Tasmania, quienes sostienen que los estudiantes internacionales son clave para compensar el envejecimiento poblacional y la falta crónica de habilidades en salud, construcción y manufactura avanzada. Según la DM 115, los proveedores que inviertan en alojamiento estudiantil fuera de las principales capitales y que recluten más estudiantes del sudeste asiático recibirán un procesamiento de visas más rápido y mayores cupos en el Nivel Nacional de Planificación 2026.
Los analistas señalan que esta política se alinea con los esfuerzos de Australia por fortalecer sus lazos con los países de la ASEAN: visas más rápidas para estudiantes de Indonesia, Vietnam y Filipinas podrían traducirse en un mayor talento graduado para empleadores que buscan expandirse en esos mercados.
Para las multinacionales que rotan personal a través de centros regionales como el distrito tecnológico Lot Fourteen en Adelaida o el corredor de recursos en Townsville, la directiva facilitará el acceso a graduados bilingües y reducirá los tiempos de traslado. Sin embargo, las instituciones metropolitanas advierten que la ralentización en la emisión de visas podría llevar a futuros estudiantes a elegir Canadá o Reino Unido, lo que podría erosionar la cuota de mercado global de Australia si no se solucionan los problemas de vivienda simultáneamente.
Los agentes educativos aconsejan a los solicitantes verificar la prioridad de su institución antes de pagar la matrícula, ya que cambiar de proveedor tras la solicitud podría requerir nuevos datos biométricos y retrasar la llegada.
La directiva llega tras meses de presión por parte de los primeros ministros de Queensland, Australia del Sur y Tasmania, quienes sostienen que los estudiantes internacionales son clave para compensar el envejecimiento poblacional y la falta crónica de habilidades en salud, construcción y manufactura avanzada. Según la DM 115, los proveedores que inviertan en alojamiento estudiantil fuera de las principales capitales y que recluten más estudiantes del sudeste asiático recibirán un procesamiento de visas más rápido y mayores cupos en el Nivel Nacional de Planificación 2026.
Los analistas señalan que esta política se alinea con los esfuerzos de Australia por fortalecer sus lazos con los países de la ASEAN: visas más rápidas para estudiantes de Indonesia, Vietnam y Filipinas podrían traducirse en un mayor talento graduado para empleadores que buscan expandirse en esos mercados.
Para las multinacionales que rotan personal a través de centros regionales como el distrito tecnológico Lot Fourteen en Adelaida o el corredor de recursos en Townsville, la directiva facilitará el acceso a graduados bilingües y reducirá los tiempos de traslado. Sin embargo, las instituciones metropolitanas advierten que la ralentización en la emisión de visas podría llevar a futuros estudiantes a elegir Canadá o Reino Unido, lo que podría erosionar la cuota de mercado global de Australia si no se solucionan los problemas de vivienda simultáneamente.
Los agentes educativos aconsejan a los solicitantes verificar la prioridad de su institución antes de pagar la matrícula, ya que cambiar de proveedor tras la solicitud podría requerir nuevos datos biométricos y retrasar la llegada.






