
La marcha anual del Día de la Independencia en Varsovia reunió el 11 de noviembre a entre 100,000 y 150,000 participantes, incluido el recién elegido presidente Karol Nawrocki. Aunque el evento transcurrió sin violencia significativa, pancartas con mensajes como “Alto a la inmigración—Hora de deportar” y “Polonia para los polacos” dominaron varias secciones de la procesión.
Contexto: La cultura polaca del derecho a manifestarse permite que esta marcha, organizada por grupos nacionalistas desde 2010, se lleve a cabo incluso cuando sus mensajes chocan con la política gubernamental. Este año, la administración liberal-centrista se mantuvo al margen, realizando celebraciones cívicas separadas en Gdańsk. Esta división refleja la polarización en Polonia sobre cuán abierta debe permanecer la nación frente a trabajadores extranjeros, refugiados y la libre circulación en la UE.
Impacto en la movilidad global:
• Los equipos de recursos humanos reportan un aumento en consultas de empleados extranjeros sobre seguridad personal y perspectivas de residencia a largo plazo.
• Las empresas de reubicación aconsejan a los nuevos asignados evitar el centro de Varsovia el 11 de noviembre debido a posibles incidentes y cierres de transporte.
• Aunque la marcha es simbólica, los analistas advierten que la retórica antiinmigración puede influir en la opinión pública y, eventualmente, en las políticas, especialmente con las elecciones locales previstas para 2026.
Perspectiva empresarial: Polonia depende de aproximadamente un millón de trabajadores extranjeros, principalmente ucranianos, indios y bielorrusos, para cubrir puestos en manufactura y tecnología. Cualquier endurecimiento en las normas de permisos de trabajo agravaría la escasez laboral y la inflación salarial ya existentes.
Pronóstico: El gobierno ha reiterado que seguirá simplificando los trámites para permisos de trabajo a pesar de la presión nacionalista. Sin embargo, las multinacionales deben seguir de cerca los debates políticos y considerar programas de formación en diversidad para apoyar a su personal internacional.
Contexto: La cultura polaca del derecho a manifestarse permite que esta marcha, organizada por grupos nacionalistas desde 2010, se lleve a cabo incluso cuando sus mensajes chocan con la política gubernamental. Este año, la administración liberal-centrista se mantuvo al margen, realizando celebraciones cívicas separadas en Gdańsk. Esta división refleja la polarización en Polonia sobre cuán abierta debe permanecer la nación frente a trabajadores extranjeros, refugiados y la libre circulación en la UE.
Impacto en la movilidad global:
• Los equipos de recursos humanos reportan un aumento en consultas de empleados extranjeros sobre seguridad personal y perspectivas de residencia a largo plazo.
• Las empresas de reubicación aconsejan a los nuevos asignados evitar el centro de Varsovia el 11 de noviembre debido a posibles incidentes y cierres de transporte.
• Aunque la marcha es simbólica, los analistas advierten que la retórica antiinmigración puede influir en la opinión pública y, eventualmente, en las políticas, especialmente con las elecciones locales previstas para 2026.
Perspectiva empresarial: Polonia depende de aproximadamente un millón de trabajadores extranjeros, principalmente ucranianos, indios y bielorrusos, para cubrir puestos en manufactura y tecnología. Cualquier endurecimiento en las normas de permisos de trabajo agravaría la escasez laboral y la inflación salarial ya existentes.
Pronóstico: El gobierno ha reiterado que seguirá simplificando los trámites para permisos de trabajo a pesar de la presión nacionalista. Sin embargo, las multinacionales deben seguir de cerca los debates políticos y considerar programas de formación en diversidad para apoyar a su personal internacional.





