
Shanghái cerró la octava edición de la Expo Internacional de Importaciones de China (CIIE) el lunes por la noche con cifras que reflejan la reapertura postpandemia del país: 155 países y regiones representados, 290 expositores de la lista Fortune 500 y 461 productos presentados por primera vez. Sin embargo, lo más relevante para los gestores de movilidad fue cómo la Administración Nacional de Inmigración puso a prueba las nuevas medidas de facilitación.
Expositores de 18 países recientemente exentos de visa ingresaron bajo la exención unilateral de 30 días que Pekín extendió la semana pasada, mientras que cientos más aprovecharon el programa ampliado de visa de tránsito de 240 horas a través de Hongqiao, Pudong y cinco nuevos puertos terrestres y ferroviarios designados. Los organizadores habilitaron un “carril verde” en ambos aeropuertos de Shanghái, permitiendo a los expositores con acreditación completar las declaraciones de salud y el control de equipaje en menos de 15 minutos.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, informó en la rueda de prensa habitual del martes que los acuerdos previstos firmados en la feria alcanzaron los 83.400 millones de dólares, un aumento del 9 % interanual, “gracias en gran parte a la agilización de los canales de movilidad humana”. La Oficina de Seguridad Pública de la ciudad confirmó que ningún expositor reportó retrasos en la entrada, y los mostradores de extensión de visas in situ procesaron 412 solicitudes, el doble que el año pasado.
Para las empresas globales que enviarán personal al evento de 2026, los equipos de recursos humanos deben tener en cuenta que las acreditaciones de la CIIE volverán a funcionar como permisos temporales de residencia y tarjetas de transporte para el metro. Además, los hoteles dentro del perímetro del Centro Nacional de Exposiciones y Convenciones han sido designados como “alojamientos de vía rápida”, eximiendo el requisito de registro policial presencial.
Los analistas consideran que el proceso fluido de llegada a la expo es un piloto real para el objetivo a largo plazo de China de igualar el modelo “de llegada única” al estilo Changi de Singapur, de cara a la candidatura para la Expo Mundial 2030.
Expositores de 18 países recientemente exentos de visa ingresaron bajo la exención unilateral de 30 días que Pekín extendió la semana pasada, mientras que cientos más aprovecharon el programa ampliado de visa de tránsito de 240 horas a través de Hongqiao, Pudong y cinco nuevos puertos terrestres y ferroviarios designados. Los organizadores habilitaron un “carril verde” en ambos aeropuertos de Shanghái, permitiendo a los expositores con acreditación completar las declaraciones de salud y el control de equipaje en menos de 15 minutos.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, informó en la rueda de prensa habitual del martes que los acuerdos previstos firmados en la feria alcanzaron los 83.400 millones de dólares, un aumento del 9 % interanual, “gracias en gran parte a la agilización de los canales de movilidad humana”. La Oficina de Seguridad Pública de la ciudad confirmó que ningún expositor reportó retrasos en la entrada, y los mostradores de extensión de visas in situ procesaron 412 solicitudes, el doble que el año pasado.
Para las empresas globales que enviarán personal al evento de 2026, los equipos de recursos humanos deben tener en cuenta que las acreditaciones de la CIIE volverán a funcionar como permisos temporales de residencia y tarjetas de transporte para el metro. Además, los hoteles dentro del perímetro del Centro Nacional de Exposiciones y Convenciones han sido designados como “alojamientos de vía rápida”, eximiendo el requisito de registro policial presencial.
Los analistas consideran que el proceso fluido de llegada a la expo es un piloto real para el objetivo a largo plazo de China de igualar el modelo “de llegada única” al estilo Changi de Singapur, de cara a la candidatura para la Expo Mundial 2030.










