
En una rara llamada conciliadora el 11 de noviembre, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, le dijo a su homóloga canadiense, Anita Anand, que China está “lista para reanudar los intercambios y la cooperación en todos los ámbitos”. Este diálogo sigue al apretón de manos la semana pasada entre el presidente Xi Jinping y el primer ministro Mark Carney en la cumbre de APEC en Seúl, el primer encuentro a nivel de líderes desde que las relaciones bilaterales se deterioraron por el caso Meng Wanzhou y las acusaciones de interferencia electoral.
Aunque ninguna de las partes presentó medidas concretas, diplomáticos canadienses señalan que las prioridades iniciales incluyen reiniciar el suspendido Diálogo Económico y Financiero de Alto Nivel Canadá-China y reabrir los centros de solicitud de visas que operaban con capacidad reducida. Los operadores turísticos destacan que las llegadas de chinos a Canadá siguen un 70 % por debajo de los niveles de 2019; un renovado acuerdo de Estado de Destino Aprobado podría liberar la demanda acumulada antes de la temporada de esquí de 2026.
Para las multinacionales canadienses, un reinicio pragmático podría acelerar los viajes ejecutivos y reactivar las solicitudes de permisos de trabajo estancadas para transferencias internas desde las sedes en China continental. Las universidades observan con atención, ya que las inscripciones de estudiantes chinos han caído durante tres años consecutivos; un ambiente más amigable podría mitigar el impacto del nuevo límite de estudiantes impuesto por Ottawa.
Los analistas advierten que el progreso sustantivo depende de resolver los casos consulares pendientes y del opaco régimen de permisos de salida de Pekín. Aun así, el cambio retórico ofrece una posible victoria para los equipos de movilidad corporativa que han lidiado con procesos de visa impredecibles y la conectividad aérea intermitente entre ambos países.
Aunque ninguna de las partes presentó medidas concretas, diplomáticos canadienses señalan que las prioridades iniciales incluyen reiniciar el suspendido Diálogo Económico y Financiero de Alto Nivel Canadá-China y reabrir los centros de solicitud de visas que operaban con capacidad reducida. Los operadores turísticos destacan que las llegadas de chinos a Canadá siguen un 70 % por debajo de los niveles de 2019; un renovado acuerdo de Estado de Destino Aprobado podría liberar la demanda acumulada antes de la temporada de esquí de 2026.
Para las multinacionales canadienses, un reinicio pragmático podría acelerar los viajes ejecutivos y reactivar las solicitudes de permisos de trabajo estancadas para transferencias internas desde las sedes en China continental. Las universidades observan con atención, ya que las inscripciones de estudiantes chinos han caído durante tres años consecutivos; un ambiente más amigable podría mitigar el impacto del nuevo límite de estudiantes impuesto por Ottawa.
Los analistas advierten que el progreso sustantivo depende de resolver los casos consulares pendientes y del opaco régimen de permisos de salida de Pekín. Aun así, el cambio retórico ofrece una posible victoria para los equipos de movilidad corporativa que han lidiado con procesos de visa impredecibles y la conectividad aérea intermitente entre ambos países.










