
Viajeros en Brasil, Argentina y Chile enfrentaron retrasos en cadena el 11 de noviembre de 2025, luego de que LATAM, GOL Linhas Aéreas y Aerolíneas Argentinas cancelaran al menos cinco vuelos y reportaran demoras en Guarulhos, Congonhas, Santiago y Buenos Aires Ezeiza. Según fuentes de operaciones aeroportuarias, las primeras cancelaciones afectaron al vuelo LA8026 de LATAM de São Paulo a Santiago y al G3-7720 de Porto Alegre a São Paulo, ambos suspendidos por “razones operativas”.
Los encargados en tierra atribuyeron la situación a una combinación de faltas en la programación de tripulaciones tras recientes ausencias por enfermedad de pilotos y problemas en la reposición de aeronaves debido a fuertes lluvias en el sur de Brasil. Para media tarde, el tablero de salidas de Guarulhos mostraba un 31% de vuelos de LATAM retrasados, con congestión que se extendía a las filas de inmigración, donde el tiempo de espera superaba los 90 minutos para pasajeros con pasaportes fuera del MERCOSUR.
Los viajeros de negocios rumbo a la cumbre COP30 en Belém fueron los más afectados, con varios delegados perdiendo sus conexiones. Las aerolíneas ofrecieron reprogramaciones, pero la agencia brasileña de protección al consumidor, Senacon, recordó a las compañías su obligación legal de proporcionar comidas, alojamiento y compensaciones cuando los retrasos superan las cuatro horas.
Esta interrupción pone en evidencia la fragilidad de los horarios de las aerolíneas regionales, que operan con casi toda su flota antes del pico vacacional. Los gestores de movilidad recomiendan a los viajeros asignados planificar conexiones más amplias, evitar reuniones ajustadas el mismo día y conservar los recibos electrónicos para posibles reclamaciones similares al reglamento EU261 en vuelos de Brasil a Europa.
Los encargados en tierra atribuyeron la situación a una combinación de faltas en la programación de tripulaciones tras recientes ausencias por enfermedad de pilotos y problemas en la reposición de aeronaves debido a fuertes lluvias en el sur de Brasil. Para media tarde, el tablero de salidas de Guarulhos mostraba un 31% de vuelos de LATAM retrasados, con congestión que se extendía a las filas de inmigración, donde el tiempo de espera superaba los 90 minutos para pasajeros con pasaportes fuera del MERCOSUR.
Los viajeros de negocios rumbo a la cumbre COP30 en Belém fueron los más afectados, con varios delegados perdiendo sus conexiones. Las aerolíneas ofrecieron reprogramaciones, pero la agencia brasileña de protección al consumidor, Senacon, recordó a las compañías su obligación legal de proporcionar comidas, alojamiento y compensaciones cuando los retrasos superan las cuatro horas.
Esta interrupción pone en evidencia la fragilidad de los horarios de las aerolíneas regionales, que operan con casi toda su flota antes del pico vacacional. Los gestores de movilidad recomiendan a los viajeros asignados planificar conexiones más amplias, evitar reuniones ajustadas el mismo día y conservar los recibos electrónicos para posibles reclamaciones similares al reglamento EU261 en vuelos de Brasil a Europa.





